"Nos acercamos a ti, como hermanos, conscientes del daño que un miembro de nuestra congregación te ha ocasionado cuando eras niño". De esa manera comienza la carta, con fecha 19 de febrero, enviada por los Maristas al yerno de Joaquín Lavín, Isaac Givovich, quien fuera víctima de abuso sexual por parte de un hermano miembro de la congregación.
La misiva fue dada a conocer esta mañana por el propio Givovich, quien llegó hasta la Nunciatura Apostólica para solicitar un encuentro con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, quien fue enviado por el Papa para recoger testimonios por un posible encubrimiento del obispo Juan Barros hacia Fernando Karadima.
En la carta, los maristas reconocen que los casos de abuso al interior de los colegios a su cargo "nos avergüenza y nos duele, porque el abuso es la antítesis de los valores maristas y hiere profundamente el verdadero sentido".
Por esta razón, añaden, "a nombre de la congregación de los Hermanos Maristas te pedimos perdón por los abusos que sufriste en el pasado, cuando fuiste alumno del Instituto Alonso de Ercilla, experiencia y dolor que arrastras hasta ahora en tu vida de adulto y que tú nos has dado a conocer a través de la prensa y confirmado en un encuentro personal".
A pesar de esto, manifiestan saber que nada de lo que hagan "borrará el daño y dolor causado".
Sin embargo, confirmaron su compromiso para asistir a las víctimas, en un sentido psicológico, espiritual y en la búsqueda de la verdad ante la justicia.
Por esto mismo, indican que aunque hay algunos hechos que puedan estar prescritos desde el punto de vista civil, no lo están desde uno ético, por lo cual se inició un proceso interno de investigación, para que los responsables sean sancionados.
En la carta -firmada por el provincial, hermano Saturnino Alonso y por el vice provincial, hermano Patricio Pino- además se ofrece un diálogo personal con Isaac cuando él lo estime conveniente.
Tras el encuentro con Jordi Bertomeu -que reemplaza a Scicluna debido a que aún se encuentra internado por una operación en la vesícula- Givovich manifestó que lo que buscan es que "esos pedófilos que están a un par de metros (ya que la Congregación Marista se encuentra al frente de la Nunciatura) y todos aquellos que viven un retiro dorado como Karadima, como Cox, salgan de la Iglesia. Es la única manera de que haya una reconciliación real".
Además, aseguró de que tienen la convicción de que el dolor causado se puede sanar desde el interior de la Iglesia "y por eso estamos acá".