Dos contenedores, de 10 y 40 pies, instalará hoy el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso a un costado de su Unidad Patológica (o “morgue”) y en estacionamiento, para aumentar así la capacidad de almacenamiento de cadáveres en el recinto.
Uno fue donado por una naviera y otro arrendado ayer por el hospital, luego que colapsara su morgue por las muertes asociadas a la pandemia, y se filtrara una imagen de un área transitoria que dispuso la dirección con cuerpos cubiertos y acostados sobre camillas.
Entre mayo y diciembre de 2020, para la primera ola, el hospital ya había arrendado un contenedor, que nunca llegó a utilizarse, indicó el subdirector Rodrigo Riveros.
En esta oportunidad, la adquisición de dos nuevos depósitos refrigerados permitirá aumentar de 8 a 18 los cupos para difuntos, aproximadamente.
Para el doctor Riveros, esta gestión también da cuenta de la gravedad de la crisis. “Esta segunda ola es sin duda peor, por número de camas y pacientes ventilados”, dijo el doctor Riveros.
Mauricio Cancino, médico de la UCI del Van Buren, dice que ese el verdadero colapso: “Hay pacientes ventilados en la unidad de Emergencias esperando un cupo en la UCI, que no da abasto”.
Asimismo, el Cancino explicó que la morgue se sobrepasó producto de las restricciones de las cuarentenas y el funcionamiento de los cementerios, ya que “por temas logísticos, las familias no han podido retirar a tiempo a sus fallecidos”.
En esta línea, el seremi de Salud de Valparaíso, Georg Hübner, señaló que “hemos oficiado a todas las funerarias, cementerios, a poder mostrar la máxima disposición, de tal manera de hacer el retiro de manera pronta de una u otra forma de evitar que se colapsen las morgues”.