Una denuncia por presunta persecución en su contra, además de una medida de protección, para él y su entorno familiar, fueron los recursos que interpuso el fiscal exjefe de Alta Complejidad de La Araucanía, Luis Arroyo, en una solicitud dirigida al persecutor Carlos Palma. Este último indaga la presunta implantación de evidencias por parte de funcionarios de Inteligencia de Carabineros en la fallida Operación Huracán.
Arroyo justificó su petición explicando que el jueves, mientras se encontraba al interior de un local comercial del centro de Temuco, un desconocido, que dijo ser funcionario de Dipolcar (Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros), se le acercó para advertirle que estaría siendo objeto de seguimientos por parte de otros efectivos de ese departamento. El hombre, que no se identificó, precisó que estas acciones de amedrentamiento serían en represalia por las denuncias que Arroyo formuló contra los involucrados en el caso Huracán.
Al respecto, en enero de este año, Arroyo se querelló contra funcionarios de Dipolcar, a los que acusó de montar pruebas para imputar a Mónica Palma, una de sus abogadas asistentes, de supuestas filtraciones a un involucrado en la denominada Operación Huracán.
Según Arroyo, el supuesto policía mencionó que los seguimientos incluirían diligencias en otras ciudades, como Santiago.