La Conferencia Episcopal de Chile se refirió esta tarde a la urgencia que el Presidente Sebastián Piñera pondrá al proyecto de matrimonio igualitario, anuncio realizado por el Jefe de Estado durante la Cuenta Pública.

A través de una declaración pública, el Comité Permanente de la institución de la Iglesia Católica chilena, manifestó su rechazo a la iniciativa, señalando que “los que seguimos a Jesucristo como Salvador y Señor y nos guiamos por su enseñanza, sostenemos la certeza de que el matrimonio establecido y querido por Dios es solo entre un varón y una mujer, comunión que gesta vida y fundamenta la familia”.

Continuando con sus fundamentos en contra del anuncio del Presidente, los representantes del episcopado afirmaron -citando el Catecismo de la Iglesia Católica- que “lo que la Iglesia Católica enseña sobre esta materia es claro y conocido: ‘la vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según salieron de la mano del Creador’”.

Además, aludiendo al Compendio Doctrina Social de la Iglesia, manifiestan que “la familia es ‘el lugar primario de relaciones interpersonales, célula primera y vital de la sociedad (…) nacida de la íntima comunión de vida y de amor conyugal fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer’”.

También argumentan señalando que el Papa Francisco, en su exhortación apostólica Amoris laetitia, sostiene que “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”, y que esto no contradice “la firme convicción de la Iglesia” sobre que “toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar todo signo de discriminación injusta”.

La institución religiosa sostiene que la legislación chilena, “desde el punto de vista de los derechos de las personas que deciden vivir juntos”, ya ha establecido “un régimen que ampara jurídicamente su decisión y le otorga un reconocimiento”.

Finalmente, los obispos dicen que esperan que sus argumentos “puedan ayudar al discernimiento de quienes ejercen la responsabilidad de legislar y de todas las personas que buscan el mayor bien para quienes vivimos en Chile”.