"Nos hemos conmovido profundamente con su dolor. En sus voces hemos oído también el sufrimiento de otros niños, niñas y jóvenes que han sufrido abuso. De situaciones conocidas y de otras que lamentablemente no conocemos". Así dice uno de los párrafos de la declaración pública que este martes emitió el Consejo Nacional y Acompañamiento de Víctimas, que pertenece a la Conferencia Episcopal (Cech), tras haber escuchado el lunes el testimonio de seis denunciantes de eventuales abusos sexuales, ocurridos en diferentes colegios de la Congregación de Hermanos Maristas.
La reunión, que se extendió por cerca de dos horas y se desarrolló en dependencias de la Cech, fue encabezada por el presidente del Consejo de Prevención, el obispo de Rancagua Alejandro Goic.
A la salida, Jaime Concha, uno de los denunciantes, indicó que "le pedimos que aceleren el proceso de investigación canónica que lleva (el sacerdote) David Albornoz, que se entregue prontamente ese informe y que llegue al Vaticano".
El comunicado del Consejo de Prevención expresó que "esperamos que la Congregación Marista pueda esclarecer la verdad de los hechos, conforme a la disposición que ella misma ha manifestado, como un gesto mínimo de justicia, reparación y sanación para los denunciantes y para todas sus familias".
Se indicó que "sabemos que las investigaciones eclesiásticas y los procesos judiciales, iniciados a partir de estas denuncias, se encuentran pendientes de resolución, y esperamos que en ellos resplandezcan la verdad y justicia liberadoras".
Con ello, esta declaración, que es la primera que emite oficialmente un órgano del Episcopado respecto de la situación en la Congregación de Hermanos Maristas, también aludió a la investigación penal que conduce el fiscal Guillermo Adasme.
El escrito también tomó algunas recientes aseveraciones del Papa Francisco sobre "este tipo de crímenes, como el mismo Pontífice ha llamado a los abusos contra niños, niñas y jóvenes".