“Recomendaciones y guías de acompañamiento frente a duelos por Covid-19”. Así se titula el texto que entregó ayer el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, a la Mesa Social por coronavirus -de la cual forma parte-, y que propone lineamientos para abordar la situación que viven pacientes críticos y sus familias, además de cómo enfrentar el fallecimiento de un ser querido en medio de la pandemia.
Este miércoles, poco antes de la entrega de un nuevo balance diario del Ministerio de Salud, que reveló las mayores cifras de contagios y fallecimientos registradas a la fecha, Sánchez conversó con La Tercera y mostró preocupación por la situación sanitaria que afecta al país, siendo enfático en la relevancia del acompañamiento familiar y espiritual para personas hospitalizadas.
El documento, sostuvo el rector de la UC -quien también es médico cirujano y pediatra-, fue “muy bien valorado” por la instancia y dijo que espera que su difusión en distintos centros de salud influya en establecer un “estándar de humanidad” diferente y acorde a la situación que se está viviendo en el país.
-¿Cómo ve el abrupto aumento de contagios por Covid-19 en los últimos días?
Creo que estamos todos muy preocupados por la situación. Los casos han aumentado de forma muy significativa, los casos graves también. Nosotros sabemos que entre el 5-10% de los casos que se informan pueden tener riesgo de hospitalización en unidades de cuidados intensivos, de ventilación mecánica. Por lo tanto, entre más casos de infección haya, más se exige el sistema (de salud) y eso es lo complejo. Tenemos que hacer lo posible para evitar este incremento.
-En el documento se enfatiza en la importancia del duelo en medio de esta crisis. ¿Cuál sería la consecuencia de no llevar un duelo “normal” en estas circunstancias?
Tienen que crearse condiciones para que las familias se despidan de sus seres queridos. No es posible que haya gente que muera en soledad porque no tengamos la visión de darle suficiente seguridad a los familiares para que puedan despedirse de sus seres queridos. Un duelo inconcluso o mal llevado afecta fuertemente la salud mental hacia el futuro, quedan traumas, dolores no cerrados. Entonces, es muy importante considerar la relevancia que tiene que la familia pueda despedirse, acompañar a sus seres queridos en sus últimas horas de vida, tener la posibilidad de acompañarlo espiritualmente también. Lo que quisimos hacer fue crear lineamientos para la comunidad hospitalarias, los médicos, pero también para la población y comunidad en general. Lo que busca esto es un aterrizaje tanto a nivel de servicios hospitalarios, como a nivel de los municipios y familias de lo que ellos deben exigir o pedir a la autoridad sanitaria. Sabemos que un paciente Covid-19 es altamente contagiante, también sabemos que una vez que fallece sigue siéndolo un par de días después del fallecimiento. Por lo tanto, las medidas de protección tienen que estar presentes, pero eso no implica que porque un paciente sea contagiante no lo podamos ver. Para eso hay delantales, mascarillas, viseras, antisépticos. Como el equipo médico se protege, también tenemos que proteger a los familiares.
-En el contexto actual, con el aumento de los casos y considerando las recomendaciones sanitarias de mantener el distanciamiento físico, ¿cómo se pueden implementar sus sugerencias sobre mantener ritos religiosos y el acompañamiento familiar para los pacientes críticos?
Para eso es que estamos haciendo estos esfuerzos. Entregamos el informe a la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza; al subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga; lo presentamos en la Mesa Social. Estuvo muy bien valorado por los alcaldes, por el rector de la Universidad de Chile (Ennio Vivaldi), los ministros. La difusión de esto hace también que se ponga el tema sobre la mesa, que se reflexione, que se exija y me alegra que esto se vaya a repartir a los centros de salud del país porque tenemos que tener un estándar de humanidad diferente al que podemos tener en estos momentos.
-En el documento también llaman a reevaluar permanentemente las medidas de distanciamiento para los pacientes en situación crítica. Considerando la decisión de algunos centros hospitalarios de suspender las visitas, ¿hay medidas vigentes que deberían ser revisadas?
Eso cada centro hospitalario tiene que evaluarlo. Yo diría que las visitas tienen que ser restringidas, particularmente las visitas de los pacientes más graves. Pero una cosa es restringir estas visitas y otra es suspenderlas. Nosotros no estamos de acuerdo con la suspensión de visitas para pacientes que están muy gravemente enfermos porque puede darse la situación, que el documento aborda, que ese paciente muera sin la presencia de familiares. Eso es lo que queremos evitar. Yo no puedo dirigir ni darle indicaciones al director del hospital de Puerto Natales, por ejemplo. Estos son lineamientos generales que buscan remecer el tema que las visitas tendrían que ser restringidas acorde de lo que cada hospital tenga como infraestructura. Pero lo que tenemos que dejar en claro es que los pacientes graves necesitan acompañamiento familiar y espiritual. Ahora, ¿cómo se implementa eso? Yo confío en el buen criterio de las autoridades de cada lugar.