En solo unas cuantas horas Carlos Vargas Durán, conocido en su entorno como "El Jalea", pasó de estar libre a ser formalizado y a permanecer en prisión preventiva por su presunta participación en el fatal tiroteo al interior de la población Carol Urzúa ocurrido el pasado 8 de agosto.
Durante esa jornada, cinco personas fallecieron a causa de las lesiones provocadas por las balas en el almacén donde fueron heridas, o en el recinto asistencial donde fueron trasladados posteriormente.
Desde entonces, y por casi un mes, Vargas permaneció prófugo de la justicia. Hasta ayer, cuando fue detenido por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) quien lo puso a disposición de la justicia.
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Hoy en la mañana se produjo su audiencia de formalización en el Juzgado de Garantía de Puente Alto. La instancia fue llevada a cabo por el fiscal Milbor Bugueño, de la Fiscalía Regional Sur.
Finalmente el persecutor le imputó a Vargas cinco homicidios calificados y dos homicidios calificados frustrados. Respecto a los asesinatos, en los cargos presentados por la fiscalía se acusa alevosía y premeditación.
Finalmente, el tribunal decretó su prisión preventiva y además dictaminó 120 días para la investigación del Ministerio Público.
Según lo señalado por el fiscal Bugueño al finalizar la audiencia, "efectivamente se decreta la prisión preventiva por encontrar que el imputado es un peligro para la seguridad de la sociedad".
"Aproximadamente una semana antes de la balacera hubo una discusión, que es parte justamente de la teoría del caso del Ministerio Público para acreditar justamente la premeditación, entre la hermana el imputado y una de las víctimas no fatales. Producto de esta discusión es que se ocasiona toda esta dinámica que ya vimos", relató el perseguidor.
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