En el incendio que destruyó el Hogar Santa Marta, el 14 de agosto de 2018, murieron 10 mujeres. A un año de la tragedia, las familias recordaron a las víctimas con una velatón y una ceremonia religiosa frente a la casa de reposo, ubicada en Chiguayante, Región del Biobío.

"Esta tragedia marcó un precedente para un país completo en el cuidado de los adultos mayores", dijo Macarena Cuevas, nieta de Laurentina Espinoza, una de las ancianas fallecidas.

Según el fiscal Paolo Muñoz, se estableció a través de los peritajes elaborados por Labocar y Bomberos que la causa del incendio "se debió a un deficiente mantenimiento de una estufa combustión lenta y el cañón". Dijo que "está descartada la hipótesis de un incendio intencional, por lo tanto, estamos viendo si existe un cuasidelito, si hubo negligencia o imprudencia".

El Ministerio Público ha tomado declaración a 20 personas y se han dictado cinco órdenes de investigar e instrucciones particulares a la policía. También se despacharon 12 requerimientos de información a distintos organismos y se han recibido 30 informes con antecedentes relacionados a la investigación.

"Se han desarrollado diligencias en torno a la línea investigativa que existe y conforme a eso hay actuaciones y declaraciones más específicas con personas determinadas, peritajes específicos a ciertos elementos que son los causantes del incendio y también algunos que estamos viendo con ciertas instituciones que puede ser Carabineros o la PDI, pero incluso otros que trascienden a las instituciones que colaboran al Ministerio Público y que sean peritajes externos. En esa etapa estamos", explicó Muñoz.

Por su parte, el abogado Enrique Hernández, que representa a ocho familiares de víctimas del incendio, sostuvo que se pidió un nuevo informe pericial químico. "Lo solicitamos para saber si hay responsabilidades de personas, ya que se detectaron varias irregularidades, como la inexistencia de detectores de humo y de un plan de evacuación. O que las camas eran más grandes que las puertas, por lo que no se podía evacuar a una persona postrada en caso de una emergencia", indicó.

El hogar funcionaba desde los 60 y al momento de incendio había 42 residentes, que fueron reubicados. Un mes después del incendio, los dueños anunciaron el cierre del recinto.