"Con esto se cumple el compromiso del Presidente Piñera que hizo en la cuenta pública, de ingresar el proyecto esta semana, iniciativa que es fundamental en la agenda de infancia". Esas fueron las palabras del ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, para referirse este miércoles a la indicación sustitutiva que modifica la ley de adopción, que el Ejecutivo ingresó durante la jornada al Congreso.
El ministro, así, aludió al mensaje presidencial del 1 de junio, momento en el que el Mandatario se comprometió a enviar la iniciativa durante esta semana. El ingreso de la propuesta, en todo caso, se había retrasado en dos oportunidades, debido a la resistencia que genera la indicación en los sectores más conservadores de Chile Vamos. Esto, ya que según había trascendido en una minuta, se dejaba la puerta abierta a la adopción homoparental.
El Ejecutivo busca realizar cambios a la actual normativa, que data de 1999. En la propuesta de La Moneda, tal como lo adelantó La Tercera la semana pasada, se pretende agilizar los tiempos para la adopción y se propone eliminar el orden de prelación existente en la actual normativa -en la que se prioriza a matrimonios residentes en Chile, luego a matrimonios residentes en el extranjero y, finalmente, a solteros que residen en el país, viudos y divorciados-, quedando a criterio del juez la decisión. Eso sí, la indicación establece inhabilidades para personas condenadas a pena aflictiva. También se incorporan requisitos para los adoptantes y se fijan criterios que deberán ser evaluados por profesionales expertos en el área de adopción, los que deben tener "en consideración" a la hora de que el juez tome una decisión.
En esta última categoría se encuentra la letra f del artículo 39, en el que se establece que "tratándose de dos postulantes relacionados entre sí, se deberá considerar la estabilidad y antigüedad de su relación, su actuar de consuno, y, especialmente, la existencia de un ambiente familiar donde se pueda ejercer adecuadamente el rol de padre y madre".
Justamente, este párrafo es el que genera conflicto al interior del oficialismo y que significó una cuidadosa redacción por parte del equipo del Ministerio de Justicia, que ha liderado el tema a través del ministro Hernán Larraín. Esto, porque si bien se establece un criterio legal de preferencia para que exista el rol de padre y madre en la familia que se escoja, no se excluye explícitamente a familias homoparentales, y finalmente es el juez quien tomará la decisión. De hecho, en la indicación se sostiene que no puede haber "discriminación arbitraria".
En este escenario, en el gobierno reconocían que "intencionalmente" se hizo una indicación que marcara una preferencia para un ambiente familiar con rol de padre y madre, pero eliminando el orden de prelación, ya que, de esta forma -explican en el Ejecutivo- el "juez tiene más margen para decidir entre diferentes familias", dejando así abierta la opción para parejas homosexuales.
"Lo deseable es que puedan reproducir un hogar de padre y madre. Ahora, eso puede ser no posible en muchas circunstancias. Entonces, se tendrá que ver quién o quiénes son las personas más adecuadas para adoptar. Esa es la posibilidad que queda abierta, sin exclusión, sin discriminaciones, pero con una preferencia que nos parece de sentido común", dijo Larraín.
Explicaciones y reacciones
Por la tarde, el titular de Justicia se reunió con parlamentarios de Chile Vamos, entre ellos, Eduardo Durán (RN), Sebastián Keitel (Evópoli), Gustavo Sanhueza (UDI) y Jorge Alessandri (UDI).
En esa cita, el secretario de Estado les explicó los alcances de la indicación, poniendo énfasis en que es una propuesta que intentó recoger las diferentes posturas y que el gobierno cumplió con presentar una iniciativa que permitirá agilizar los procesos de adopción. También transmitió, según presentes, que ahora serán los parlamentarios quienes deban defender sus ideas en el Congreso.
Tal como estimaba La Moneda, los partidos oficialistas realizaron sus propias lecturas de la indicación, graficando las distintas posturas que conviven en el bloque y adelantando parte del complejo debate que se prevé en el Congreso. Esto, en un contexto en el que la indicación del gobierno no dejó conformes completamente a los sectores más conservadores de Chile Vamos ni aquienes han sido los principales promotores de la adopción homoparental: organismos como el Movilh y la Fundación Iguales (ver nota secundaria).
La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, afirmó que "el orden de prelación se eliminó, pero creemos que se ha hecho lo que el Presidente dijo desde la campaña, que él creía que lo mejor para los niños es crecer en un hogar estable, en donde hubiera figura materna y paterna". Y el diputado Juan Antonio Coloma dijo que la gran mayoría de su partido impulsaría que se establezca una preferencia por parejas heterosexuales.
Sin embargo, el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte, aseguró: "Valoramos que todas las familias, sin discriminación, puedan adoptar al eliminarse la prelación. Para Evópoli lo fundamental es que no exista ninguna discriminación". El jefe de bancada de ese partido, Luciano Cruz-Coke, añadió que "será este Congreso el que zanjará" la discusión.
Más críticos fueron los diputados Francesca Muñoz, Eduardo Durán y Leonidas Romero, autodenominados como la bancada "cristiana" de RN. "Una decisión tan importante y delicada no puede quedar solo a los criterios que pueda aplicar un juez de familia, sino que debería especificarse en el proyecto el derecho claro de un niño a tener un papá y una mamá", afirmó Muñoz, mientras que Romero dijo no compartir la indicación. "Esto es adopción homoparental", señaló.