El Festival de Viña es, más que nunca, tema país. A un mes exacto del inicio de una nueva edición del evento musical y televisivo más popular de Chile, los organizadores definen los últimos detalles de un espectáculo que este año, debido a la contingencia, implicará desafíos especiales para la producción, concitará otro nivel de atención e involucrará a más entidades en su planificación. Entre ellas, el gobierno, que a través del Ministerio del Interior ha tenido una activa e inédita participación en el desarrollo del certamen que irá del 23 al 28 de febrero.
Por esto mismo, durante las últimas semanas se han realizado encuentros y reuniones de diversa índole entre jefaturas de Carabineros, de la PDI, encargados de la producción del Festival y representantes de la cartera de Interior, centradas en aspectos clave, como la seguridad de los asistentes a la Quinta Vergara y lo que se emitirá por televisión para un público potencial de 200 millones de espectadores, según las estimaciones que manejan TVN y Canal 13.
De acuerdo a diversas fuentes al tanto de estas conversaciones, en las que también han participado personeros de la Municipalidad de Viña del Mar, la próxima edición del Festival se ha convertido en un hito de especial relevancia para el Gobierno a partir de los acontecimientos ocurridos desde del 18 de octubre. Por lo mismo, ya en estos primeros encuentros el Gobierno expresó su preocupación porque el certamen se realizará en las fechas y condiciones estipuladas, dando así una señal de normalidad en los días previos a un marzo que se avizora complejo.
Al igual que en otros eventos de carácter masivo y connotación nacional, como la postergada Teletón 2019, se trata de instancias a resguardar en términos de seguridad y exposición, por lo que Interior ha tenido particular injerencia en el desarrollo de un plan que garantice la seguridad del público de Viña 2020 y que pueda mitigar cualquier imprevisto en la Quinta Vergara o durante la transmisión. Una idea que responde en parte a los diversos llamados a "funas" al evento que circulan desde hace meses en redes sociales, y agudizada luego del boicot a la PSU.
En el gobierno afirman que el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, es quien está a cargo de monitorear las medidas de seguridad que se implementarán para el Festival de Viña. Las mismas fuentes reconocen que se está trabajando en un plan junto a Carabineros y la organización del evento, el que aún se encuentra en desarrollo. Esta misma coordinación, dicen en el Ejecutivo, también se hizo -en menor escala- para el festival de Olmué, como una suerte de "prueba" de lo que vendrá en un par de semanas más en la Ciudad Jardín.
Además, añaden que se están evaluando los escenarios para determinar la estrategia a implementar, aunque Carabineros ya entregó un diagnóstico y por ahora resta decidir qué áreas se van a ir reforzando.
En tanto, desde la producción del próximo Festival de Viña optaron por no referirse oficialmente a la naturaleza de estos encuentros ni a los detalles de la seguridad que tendrá el espectáculo, aunque confirman que se está trabajando en un plan en esta materia que todavía tiene que pasar por otras instancias de validación antes de ser oficializado.
Entre éstas últimas, para hoy está contemplada una sesión del Concejo Municipal de Viña del Mar, donde se tratarían estos temas de manera más formal. "De antes teníamos programado que a fines de enero se debía hacer una especie de balance de cómo estaba la situación y a partir de eso ver el camino a seguir", comenta el concejal Víctor Andaur (PC).
"Hay un plan (de seguridad) que ya está y uno lo nota en los diversos movimientos de las fuerzas de seguridad, de las distintas instancias que existen, por lo tanto se está monitoreando esto de manera constante para tomar decisiones responsables", añade.
"Nosotros sabemos que ha sido un tema preocupante, y que si bien Viña ha vuelto a la normalidad, existe esta cierta amenaza de funa de grupos extremos, hay un grado de incertidumbre", dice el concejal Jaime Varas (UDI). "Obviamente todo lo que rodea al Festival va a tener que contar con autorizaciones correspondientes de Carabineros y PDI, y el Concejo está en esa misma línea de preocupación".
Focos de conflicto
En las reuniones preliminares en torno a Viña 2020, se habría establecido en principio mantener los protocolos y coordinaciones habituales para este tipo de espectáculos, aunque reforzados en contingente y con un diseño y estrategias más elaboradas y planificadas con mayor anticipación.
Así, se espera que Carabineros resguarde el perímetro y los alrededores de la Quinta Vergara -al igual que otras zonas críticas, como los hoteles donde se hospedarán artistas y rostros de televisión- y que sea la policía civil la que resguarde el interior del predio donde se realiza el Festival.
Por ahora, el diseño inicial en este aspecto contempla un contingente de entre 100 y 200 efectivos de la PDI al interior de la Quinta Vergara, en su mayoría de civil. Su labor consistirá, en primer lugar, en la detección y análisis previo de potenciales focos de conflicto, mientras que el trabajo de resguardo y control de los accesos estará mayormente a cargo de la empresa de seguridad que contratará la producción del evento, cuyo número también debiera aumentar considerablemente en comparación a las ediciones previas de la cita.
Incluso, no se descarta incorporar nuevos elementos de seguridad, como drones y pórticos detectores de metales, así como aumentar la cantidad de cámaras de seguridad.
Fuentes al tanto de estas reuniones de planificación señalan que se han establecido otros puntos sensibles a los que poner atención durante el Festival. Por ejemplo, las rutinas de los seis humoristas que subirán al escenario. Está el caso de Kramer, que en sus últimas apariciones ha imitado al presidente Sebastián Piñera. Lo mismo ha ocurrido con algunos artistas que pueden propiciar momentos complejos. Entre ellos, Maroon 5, el número de mayor repercusión global que tendrá esta edición.
También ha surgido el nombre de Mon Laferte, una de las artistas locales más comprometidas con las protestas sociales, hoy enfrentada a Carabineros: éstos últimos pidieron que fuera citada a declarar al Ministerio Público tras afirmar que hubo policías "que estuvieron incendiando" el Metro de Santiago.
Olmué: PDI tuvo mayor injerencia y controló llegada de artistas
Pese a tener un perfil distinto y a una escala menor, el Festival del Huaso de Olmué se ha establecido en los últimos años como una suerte de laboratorio previo a su símil de Viña. Algo que ha ocurrido a nivel artístico -con nombres que se "foguean" en El Patagual antes que en la Quinta Vergara-, de transmisión televisiva y también en cuanto a logística. De hecho, entre el jueves y el domingo pasados, el certamen que emite TVN estrenó un plan de seguridad con elementos similares a los que implementará Viña 2020. Una estrategia también diseñada en conjunto por Carabineros, PDI, la producción ejecutiva del canal y -esta vez- la Subsecretaría del Interior, con el fin de evitar cualquier foco de conflicto en el recinto o durante la transmisión.
Y tal como ocurrirá en la Quinta Vergara el próximo mes, la policía civil tuvo especial protagonismo en el resguardo del orden público y los controles en el recinto de Olmué, con efectivos -algunos de civil- desplegados por las graderías, los accesos y el backstage.
Si bien todo transcurrió con normalidad y no se registraron disturbios ni inconvenientes, más allá de algunas protestas aisladas en las afueras de El Patagual, artistas que participaron del certamen -y que prefieren mantener su nombre en reserva- cuentan que fueron controlados por efectivos de la PDI en su llegada al recinto, algo poco usual en este tipo de espectáculos. Una escena que se repitió en camarines, donde circulaban policías con perros de la brigada canina.