La toxocariasis es una infección parasitaria que ocurre cuando las larvas de unos gusanos llamados Toxocara canis o Toxocara cati -que viven en perros y gatos- llegan a las personas. Y ahora, debido al cambio en los hábitos de convivencia con mascotas, el Instituto de Salud Pública (ISP) reportó un aumento significativo en la última década: entre 2013 y 2023, los casos subieron de 65 a 179, lo que representa un alza del 175%.

Eso sí, la jefa de la sección de Parasitología del ISP, María Isabel Jercic, hace una aclaración: “Aún no podemos decir categóricamente que es un alza, porque aún no hay un estudio poblacional, sino que son muestras positivas, lo que se traduce en más casos”.

Lo que sí hace es comentar un cambio evidente en las edades de presentación de casos. “Históricamente esta era una enfermedad que se buscaba principalmente en niños, porque tenían más riesgo de infectarse al estar en contacto con elementos como la tierra. Sin embargo, desde 2017 los casos en niños han pasado a ser menores que los registrados en adultos”.

Según datos del organismo en 2010 los niños lideraban las cifras con una amplia diferencia, representando la mayoría de los casos. Sin embargo, en 2023 se registraron 65 contagios en menores, mientras que en adultos la cifra casi se duplicó, alcanzando los 114 afectados. Esta tendencia confirma que la enfermedad, antes predominante en menores, hoy afecta de manera más significativa a la población adulta (ver tabla).

AñoNiñosAdultosTotal
2011271239
2012321547
2013382765
2014493079
20156145106
2016553590
20175862120
20185878136
20196484148
20203867105
20213968107
20223872110
202365114179

Hay un aumento en el contacto de los adultos con los animales, pero más aún con los espacios que comparten. Las personas van al parque con sus perros y conviven en esos entornos, algo que no era tan común antes”, explica Jercic.

Y aunque las cifras de 2024 siguen en análisis, la especialista advierte que se repetirá esta tendencia.

Enrique Paris, presidente del Ipsuss de la Universidad San Sebastián, dice que “los datos de un aumento de la presencia de parásitos en seres humanos de mayor edad, se condice con la convivencia que estamos teniendo con mascotas y animales domésticos. Es por eso que es importante el control de los animales domésticos a través de la visita al médico veterinario, y la supervisión en caso de que aparezca algún parásito que pueda ser transmitido al ser humano, así como la vigilancia de la salud humana en relación con estos parásitos”.

Alcances de la enfermedad

Las manifestaciones clínicas son variadas y dependen de los órganos afectados, pero un gran número de estas expresiones se relaciona con cuadros respiratorios similares al asma, causados por el cruce de la larva a través de los pulmones pudiendo llegar a ubicarse en distintos órganos, llegando incluso pudiendo afectar la visión si llegan al ojo.

Y aunque la jefa de la sección de Parasitología del ISP afirma que los cuadros clínicos provocados por los parásitos no son graves, es importante tener en foco en la prevención. Y para eso es advierte que es fundamental tomar medidas de higiene y responsabilidad al interactuar con mascotas.

Por ejemplo, desde el ISP recomiendan recoger las deposiciones de perros y gatos utilizando guantes para eliminar las heces de manera segura y evitar su dispersión. Además, es esencial lavarse las manos de forma exhaustiva cada vez que se tenga contacto con las mascotas, incluso si estas cuentan con sus controles sanitarios al día. La responsabilidad con los animales también implica llevarlos regularmente al veterinario y administrarles antiparasitarios, ya que este control disminuye significativamente el riesgo de contraer infecciones parasitarias.

Por otro lado, el exministro Paris añade que hay que implementar nuevos conceptos a la realidad sanitaria: “El concepto de ‘una salud’, avalado y apoyado por la Organización Mundial de la Salud, considera la relación entre la salud animal, la salud humana y el medioambiente. Por lo tanto, debe existir una preocupación sobre cómo se pueden transmitir enfermedades desde el animal al ser humano, lo que se denomina zoonosis, y cómo el medioambiente puede influir, ya sea acelerando o dificultando esa transmisión”.