Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis muertes -más del 16%- registradas a nivel mundial es provocada por el cáncer. Una triste realidad, de la que Chile también es parte. De hecho, según las estadísticas Vitales 2019 del Instituto Nacional de Estadística (INE), por primera vez desde que hay registros en el país los tumores ocupan el primer lugar en causas de muerte.
Por esta razón, los especialistas de salud recalcan la importancia de detectar y tratar la enfermedad a tiempo, pues eso puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Pero en el país aún es un desafío entregarles atenciones oportunas a los pacientes. De acuerdo a un informe realizado por el Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Universidad del Desarrollo, por más de cuatro trimestres han aumentado los atrasos GES de cáncer.
Desde el 31 de diciembre de 2019 a finales de 2020, el total de retrasos aumentó un 32,8% (2.717 a 4.909). Mientras que entre 2020 y 2021 se registró nuevamente un incremento, esta vez de un 105% (4.909 a 10.062). Asimismo, entre 2021 y 2022 también hubo un aumento pero fue más lento, pues fue solo de 33,9% (10.062 a 13.469). Por último, a inicios del 2023 se registraron 14.191 garantías retrasadas, lo que configura un incremento del 5%.
La directora ejecutiva del CIPS, Paula Daza, afirma que terminar con estos retrasos es urgente, pues el tiempo es clave: “Ha bajado el aumento, pero siguen aumentando las listas de espera. Debemos disminuir el número de garantías atrasadas y también los tiempos. Estas garantías ya tienen un plazo, y sobre ese tiempo las personas ya esperan más meses. Por eso hay que tomarlo con urgencia para resolver las listas de espera GES en el más corto tiempo espacio, pues en esta patología el tiempo es oro”.
Los tipos de cáncer con mayor retraso -entre finales de 2022 y el primer trimestre 2023- son el cáncer cervicouterino con 3.970 prestaciones más, seguido del de mama, con un incremento de 3.003 retrasos y cáncer colorrectal, con un aumento de 2.125.
“Sabemos que en el cáncer el tiempo es oro, y por lo tanto tenemos que usar todos los recursos que tiene el país para dar respuesta a estas personas. En los datos, encontramos que por cuarto trimestre consecutivo los retrasos GES siguen aumentando. Hoy hay más de 14 mil prestaciones atrasadas de esta enfermedad. Uno de los problemas que más nos preocupa es que siguen siendo las mujeres las que tienen prestaciones con más retraso, como el cáncer cervicouterino”, añade la exsubsecretaria de Salud Pública.
Luis Castillo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma y exsubsecretario de Redes Asistenciales, afirma que esto se podría a explicar a la reactivación de la red pospandemia: “Esto se está produciendo porque aumentó mucho la cantidad de diagnósticos, pues durante la crisis sanitaria la atención estaba concentrada en el Covid-19. Una vez que se volvió a abrir la atención, aumentó el tamizaje y, por ende, las personas diagnosticadas. Y es difícil que el sistema pueda absorber esta demanda”.
Tiempos de espera
El informe, además, también da cuenta que entre 2022 y 2023 hay también un aumento en el promedio de espera en ocho de las 17 garantías relacionadas con las patologías oncológicas. En ese contexto, el cáncer en menores aumentó 98,7 días, pues pasó de 55,3 a 154. Luego le sigue el cáncer de ovario epitelial, donde la espera se incrementó en 19,9 días, pasando de 103 a 123.
En más de una ocasión las autoridades sanitarias han afirmado que se han enfocado a reducir los tiempos de espera, más que las listas mismas. De hecho, hace unas semanas entregaron un balance positivo, pues lograron reducir los tiempos hasta en un 32%.
También han señalado que el índice en el que se fijan, siguiendo los estándares internacionales, son las medianas de espera, y no los promedios. En ese contexto, de manera general, los tiempos de espera en cuanto a retrasos GES han disminuido en 10 días, pasando de 81 a 71.
Sin embargo, tal como el informe de la UDD da cuenta que los promedios relacionados en las garantías oncológicas han aumentado, las medianas también lo han hecho. Por ejemplo, en el cáncer de mama se configura un aumento de 30 días, pues para finales de 2022 la mediana era 13 días, y este trimestre es de 43.
Castillo asegura que “en general estas garantías retrasadas son por acceso a diagnóstico o algún procedimiento. Hay que buscar estrategias potentes para solucionar estos casos rápidamente, pues entre más demora hay, más aumenta la mortalidad”.
Ahora, la ley determina que si un prestador de la Red GES no cumple con el plazo señalado para la Garantía de Oportunidad de un problema de salud GES que se ha diagnosticado, el paciente o un tercero que lo represente deberá reclamar a Fonasa. Dicha entidad verifica el incumplimiento de la garantía y designa al segundo prestador de la red pública, y en caso de que no exista capacidad, se deriva al sector privado.