Este lunes, la junta de 914 accionistas que conforman la inmobiliaria Casa de Italia, propietaria del inmueble del mismo nombre ubicado en la calle Álvarez de Viña del Mar, votó aceptar la oferta de $ 3.400 millones que hizo la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) para comprar la propiedad.
El edificio de 1.456 m2, construido entre 1914 y 1918, fue adquirido en 1966 por la colonia italiana y operó como sede, por casi cinco décadas, de actividades culturales, deportivas y sociales de migrantes y descendientes de italianos que residían en la zona.
Luego pasó a funcionar como restaurant, instituto técnico-profesional e incluso se proyectó su demolición para la construcción de dos torres de 22 pisos, iniciativa que se vio truncada con la declaratoria de Monumento Histórico (MH) que hizo el Consejo de Monumentos Nacionales en 2017.
Desde 2018 el inmueble ha estado desocupado, y ha sido objeto de robos y foco de incendios. Desde 2021, además, una agrupación circense (Casa Italia Circo) ha realizado actividades culturales con una carpa en los jardines.
El destino de la casona no se veía alentador hasta que la PUCV manifestó interés y anunció en marzo su intención de adquirir el inmueble para “fines culturales”. Finalmente, este lunes la sociedad aceptó la propuesta.
Los accionistas se reunieron en dependencias del Hotel Marina del Rey, próximo a la casona, y con voto en urna optaron por acceder a la propuesta de forma unánime “por aclamación, algo realmente inesperado”, señala el presidente de la sociedad, Renzo Arata.
El resultado de la votación no estaba asegurado, explica. En el grupo había argumentos a favor de aceptar lo ofrecido por la universidad -la restauración del inmueble, el destino propuesto y el prestigio del comprador- y también en contra como el monto asignado.
“El precio de venta era bajo los avalúos efectuados y eso debía justificarse adecuadamente”, explica Arata, “pero creo que el hito central fue no establecer multas ni gravámenes por parte de la PUCV, en caso que la promesa fuese rechazada. Se premió la confianza y buena fe del potencial comprador. Luego todo fluyó. Eso marcó el resto del debate”.
En adelante, la sociedad deberá fijar con la universidad una fecha para la ceremonia de celebración de la compraventa, que se estima se realizará durante septiembre. La inmobiliaria espera que asista a ese encuentro el rector Nelson Vásquez, el vicerrector de administración y finanzas Álex Paz, la alcaldesa Macarena Ripamonti (RD), el senador Francisco Chahuán (RN), el ingeniero Antonio Poblete y el arquitecto Fernando Bustamante, quienes, dice Arata, “jugaron un rol importante en este logro”.
El consejero regional Manuel Millones (Ind.), quien impulsó la declaratoria de MH en 2017 junto al exintendente Gabriel Aldoney (PS), aplaude la compra de la propiedad ya que “nos permite avanzar en su recuperación y evitar su colapso y un deterioro mayor. Ahora bien, hemos conversado con el rector de la PUCV, el señor gobernador Rodrigo Mundaca (Ind.) y la subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) para que la Casa de Italia postule al fondo de la Subdere y del Gobierno Regional, de la glosa ‘Puesta en valor al patrimonio’. Nos interesa que esta propiedad patrimonial tenga un uso público y para que ello ocurra debemos colaborar con financiamiento y así, en un acuerdo amplio, tener un buen plan de gestión que vele por el destino y la utilización de los espacios”.
Ahora que se cerró la adquisición, agrega Millones, “se puede acelerar el proceso de enajenación y postularlo a la glosa para el 2024, teniendo presente que la estimación de costos (de restauración) bordea los $ 5.000 millones, y esos recursos deben ser costeados 50/50 entre el Gore y la Subdere. Además, el tiempo de ejecución de las eventuales obras demoraría dos años”.
Por su parte, la agrupación Casa Italia Circo espera que el municipio le otorgue, vía comodato, otro espacio para el desarrollo de prácticas circenses y artes del movimiento. Sin embargo, informó a través de un comunicado del 16 de agosto que desde la alcaldía “nos han mencionado que actualmente no existe un lugar que cumpla con las cualidades requeridas para el tipo de actividades que realizamos”. En la Casa de Italia sus actividades cesarán en septiembre. El cierre del espacio lo han calificado de “gravísimo” dado que “debilita profundamente el ambiente cultural de la ciudad”.