Hace un par de semanas, el Liceo José Victorino Lastarria, de Providencia, recibió a 30 niñas en sus cursos de kínder, revolucionando más de 105 años de historia en los que solo educó a hombres.
La transformación del liceo ha tomado fuerza en otros colegios de varones y este año podría haber cambios, pues algunos establecimientos discutirán y decidirán si avanzar o no a la modalidad mixta, siendo el caso del Instituto Nacional, con casi 4.300 alumnos, el más representativo.
El establecimiento, fundado en 1813, tendrá este jueves una jornada de discusión sobre el tema, y en la última semana de marzo harán una votación para decidir si incorporar alumnas o mantenerse solo como un colegio de varones. El rector, Fernando Soto, explica que en el foro del jueves "buscamos intercambiar ideas y puntos de vista de manera libre y transparente, para que luego, a fin de mes, cada persona de la comunidad decida". Soto agrega que la elección será "vinculante, secreta, con lápiz y papel" y que el resultado de consulta dependerá de la cantidad de representantes que cada estamento tenga en el Consejo Escolar, siendo alumnos, apoderados y profesores los que tienen mayor representatividad.
Opiniones divididas
Según varios miembros de la comunidad educativa del Instituto Nacional, las opiniones, en la antesala de la votación, están divididas. "Hay muchos profesores que quieren seguir con la tradición. Y hay un grupo que considera que es tiempo de abrir los espacios. Nosotros como padres, en su mayoría, estamos a favor, pero coincidimos en que si hay un cambio tiene que ser gradual, porque la infraestructura no está preparada para que entren niñas, el inmobiliario es muy antiguo", señala Judy Valdés, presidenta de uno de los centros de padres del Instituto Nacional.
Por su parte, Rodrigo Pérez, presidente del Centro de Alumnos del recinto de calle Arturo Prat, señala que entre los estudiantes "se ha evidenciado que los alumnos de este colegio presentan problemas para relacionarse con las mujeres" y que hay "muchas denuncias por violencia de género. El año pasado, las compañeras del Carmela Carvajal se tomaron el liceo de modo simbólico y creemos que sería un gran avance que haya mujeres y tener una comunidad plurigenérica".
Pérez añade que en 2017 se generó una consulta en las salas respecto de la inclusión de mujeres "y arrojó que casi el 60% de los alumnos estaba a favor del cambio".
Desde la Municipalidad de Santiago, el alcalde Felipe Alessandri, quien impulsó un plan de "Educación Sexual no Sexista", donde se incluía la opción de que los colegios monogenéricos pasen a ser mixtos, señala que "en los tiempos actuales no hay ninguna justificación para separar a los estudiantes entre hombres y mujeres. Tenemos que avanzar hacia una educación inclusiva y eso se consigue a través de varias medidas: nosotros vamos a realizar las gestiones y modificaciones de infraestructura necesarias para avanzar en estos cambios cuando las comunidades así lo decidan, para lo cual vamos a postular al financiamiento del Ministerio de Educación", indica.
Un precedente
La votación del Instituto Nacional marcaría un precedente para otros establecimientos emblemáticos. Así lo confirman desde el Liceo de Aplicación, donde el rector, Humberto Garrido, asegura que "estamos abiertos a hacer pronto una consulta que abarque a todos los estamentos, incluidos padres y estudiantes, y lo que diga la comunidad es lo que vamos a aplicar. Vamos a ver cómo se da el debate en el Instituto Nacional y cuando sea el momento lo vamos a conversar".
En Chile, los colegios monogenéricos van en retirada, pero según cifras del Ministerio de Educación, en 2018 todavía quedaban 58.088 niños que estudiaban en colegios donde no había niñas, y 98.160 niñas que estudiaban en colegios donde no había varones. Entre ambos grupos, suman el 4,5% de los escolares del país.
Desde Educación 2020, la investigadora de política educativa, Loreto Jara, señala que "la tendencia es a hacer que en la escuela se vivan situaciones auténticas y por eso debieran ser mixtas". Sin embargo, precisa que el cambio debe "ser gradual; docentes y directivos requieren espacios de reflexión y herramientas para hacerse cargo del cambio, y disfrutar de la riqueza que trae la diversidad y avanzar en la equidad educativa".