Isapres informan que no aplicarán alza en sus planes para el período 2021 - 2022

Cruz Blanca

De acuerdo al balance consolidado de la Asociación de Isapres entregado a comienzos de mes, las aseguradoras privadas lograron utilidades por $82.548 millones en 2020 (unos US$115 millones), lo que equivale a un alza de 772% respecto de los $9.465 millones de 2019.


A un día de que se cumpla el plazo para notificar a sus afiliados, este 31 de marzo, las nueve isapres que funcionan en el país ya informaron que no aplicarán un alza en sus planes para el periodo 2021-2022.

Así lo comunicó el Ministerio de Salud durante esta jornada, luego de que Consalud -la única aseguradora que no había dado a conocer su decisión hasta ahora- comunicó ayer no reajustará el valor de sus planes. En una declaración, la isapre indicó que la determinación “se basa en el complejo momento económico por el que atraviesan miles de chilenos, y representa un gran esfuerzo”.

Hace algunas semanas, el ministro de Salud, Enrique Paris, había hecho la solicitud durante la realización del balance con motivo de la pandemia. En esa oportunidad, el secretario de Estado manifestó que “le hemos pedido a las isapres que, obviamente, dadas las ganancias importante que tuvieron, puedan postergar o no hacer el alza de los planes”. 

“En este minuto sería lo más adecuado, es mi punto de vista personal”, dijo.

El ministro agregó, igualmente, que “les pido humildemente que ojalá no aumenten el costo de los planes en este momento de pandemia, cuando mucha gente ha tenido pérdida de trabajo y dificultades para trabajar”.

De acuerdo al balance consolidado de la Asociación de Isapres entregado a comienzos de mes, las aseguradoras privadas tuvieron utilidades por $82.548 millones en 2020 (unos US$115 millones), lo que equivale a un alza de 772% respecto de los $9.465 millones de 2019. En el último cuarto, en tanto, las ganancias totalizaron $16.100 millones (unos US$22 millones), levemente por debajo (-2%) de los $16.400 millones del mismo periodo del año anterior.

El resultado se vio especialmente favorecido por una caída de 9,4% -hasta los US$ 2.475 millones- en los gastos por prestación de servicios de salud, lo que permitió más que compensar el incremento de 27,1%, equivalente a USS$1.066 millones, en mayores pagos de licencias médicas.

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