A las 8.30 de hoy está convocado el panel de expertos convocado por el Instituto de Salud Pública para revisar la solicitud que a finales de noviembre presentaron los laboratorios Pfizer y BioNTech, y que busca se autorice el uso de su vacuna contra el Covid-19.
Son en total 22 especialistas -entre ellos médicos, químicos farmacéuticos y bioquímicos- que han revisado la documentación entregada por las firmas norteamericana y alemana, y que votarán si procede entregarles un permiso para su utilización de emergencia.
La sesión, que se estima durará tres horas, se transmitirá en vivo, tal como lo hizo la estadounidense Food and Drug Administration (FDA) la semana pasada. Y con este visado comenzará la cuenta regresiva para uno de los hitos sanitarios más relevantes de la pandemia: el inicio de la vacunación contra el Covid-19.
En el gobierno afinan los últimos detalles de la campaña que, en esta fase, inoculará a los funcionarios de salud de las Unidades de Cuidados Intensivos. Para ello, este primer envío contempla casi 50 mil unidades, que podrían ser utilizadas en su totalidad, o bien, destinarse a unos 25 mil profesionales y técnicos, para resguardar que se cumpla el esquema de inmunización, que contempla que cada persona reciba dos dosis, separadas por 21 días.
En la cartera de Salud, por seguridad, se han inclinado por la segunda alternativa, por lo que ya se cuenta con tres “supercongeladores” en Santiago, donde quedarán resguardadas a -70° las segundas dosis.
Otro punto central del plan ha sido dilucidar dónde se iniciará la campaña. Y el gobierno ya tomó definiciones: zonas fuertemente pobladas y donde existan brotes activos y contagios de coronavirus en expansión, por lo que se seleccionaron las regiones Metropolitana, Biobío, La Araucanía y Magallanes.
Como los destinatarios de la vacuna en esta etapa son solamente trabajadores de la salud -luego vendrá el resto de las poblaciones críticas, como personas privadas de libertad o adultos mayores en hogares de larga estadía-, la vacunación se hará, principalmente, en hospitales base, donde la “primera línea” figura como el grupo de más riesgo frente a la pandemia.
¿Cuándo comenzará la vacunación? Ese ha sido el punto más esquivo, pues escapa de los planes del gobierno. Hasta la semana pasada, desde La Moneda se tenía en mente que el primer envío aterrizara el 21 de diciembre, pero luego los laboratorios confirmaron que sería más cerca de Navidad.
El contrato entre el gobierno chileno y Pfizer establece que es responsabilidad del proveedor entregar en el lugar de destino las vacunas: es decir, en el aeropuerto Arturo Merino Benítez. En Estados Unidos, la farmacéutica entregó a empresas de logística como FedEx y UPS el transporte de los cargamentos y trascendió ayer que una de ellas ya reservó con Latam Airlines un despacho para fines de la próxima semana. En principio, las vacunas destinadas a Chile saldrían el sábado 26 desde Miami hacia Chile.
En el Minsal la logística está lista. Por eso, de cumplirse el cronograma, la campaña podría comenzar entre Navidad y Año Nuevo.
La seguridad del plan
Aunque los detalles más minuciosos se manejan bajo reserva, sus principales ejes están claros, según recalcan autoridades del Ejecutivo. Y todo está sujeto a la llegada del primer cargamento de vacunas, siempre y cuando -insisten casi como mantra las voces consultadas- que estas arriben efectivamente y no sufran contratiempos, porque se siguen temiendo imprevistos, luego de que la Interpol advirtiera de “alerta naranja” ante el peligro de “falsificación, el robo y la publicidad ilegal de Covid-19″.
Así, la inminente llegada del primer cargamento no solo ha activado la preocupación de las autoridades de la Salud. Paralelamente, el plan de seguridad para resguardar el proceso de vacunación también está en curso.
Es por eso que el viernes, Carabineros, por designación del gobierno, a través de los ministerios del Interior y Salud, decidió nombrar una “Plana Mayor” (equipo especial que monitorea un operativo específico) a cargo de los servicios que resguarden el proceso.
La institución uniformada designó a la generala Marcela Casas-Cordero como la jefa de la “Plana Mayor Covid-19”. La oficial es la actual jefa de la Zona de Tránsito, Carreteras y Seguridad Vial.
Desde Carabineros explicaron que la institución decidió crear esta instancia para que, cuando llegue la vacuna, se tenga todo listo para disponer los servicios preventivos en los centros de vacunación.
Si bien el equipo de Carabineros dedicados a resguardar el proceso de vacunación aún no se integra completamente, ya comenzaron a delinear los primeros cursos de acción.
Desde el lunes que en Carabineros ya preparan el tema, con reuniones internas. Pero, además, durante esta semana comenzaron las reuniones con el laboratorio, el Ministerio del Interior, Salud y también con la empresa de transportes que estará encargada de trasladar las dosis al interior del territorio nacional. Con esta última firma habrá una cita de coordinación con los jefes de seguridad.
Entre las tareas que tendrá la policía uniformada estará resguardar el traslado de la empresa de transportes con las vacunas, la custodia externa del lugar donde estarán las dosis y también los centros médicos donde se inicie el proceso de vacunación.
En ese sentido, el plan de Carabineros tendrá dos etapas. La primera tiene que ver con la coordinación con las instituciones que participarán del ingreso, traslado y entrega de las dosis; la segunda se activará una vez que lleguen los insumos, y a partir de eso, destinar piquetes de Carabineros en el exterior de los centros donde se pondrá la vacuna, para evitar aglomeraciones.