Durante casi 10 años, el periodista Iván Núñez y el ingeniero comercial Rafael Garay fueron amigos. El contacto comenzó en 2007 en Radio Futuro, cuando ambos coincidieron en programas en que se abordaban temas económicos. La relación se quebró ante la mirada de la opinión pública en septiembre de 2016, cuando se descubrió que el ingeniero había abandonado Chile, que sin avisar a nadie se había dirigido a Rumania y que los cerca de 30 inversionistas que le habían confiado su dinero no sabían qué ocurriría con sus fondos. A esto se sumaban las crecientes dudas sobre la veracidad del cáncer terminal que, según el mismo Garay se había encargado de difundir, acabaría con su vida en un breve plazo.
Dentro de los estafados, y de los que hasta el final se preocupó de ayudar al ingeniero en estos supuestos momentos difíciles, fue Iván Núñez. Él, junto a su esposa Marlene de la Fuente, confiaron a Garay $ 56 millones y $ 76 millones, respectivamente. Esta mañana, en el Centro de Justicia, los dos hombres se volvieron a ver las caras. No se trató de una reconciliación, sino del testimonio que el periodista prestó ante el tribunal oral donde se lleva a cabo el juicio contra el profesional. Según la acusación del Ministerio Público, Garay estafó a cerca de 30 personas por un total de $ 1.300 millones. Por estos hechos, se pide una pena de seis años de presidio para el ingeniero. La mirada de ambos casi nunca se encontraron. Núñez lo miró fijo, pero Garay nunca levantó sus ojos del piso. Solo al final, y por un breve instante, se generó el contacto visual.
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Foto: Aton.[/caption]
En su declaración, Núñez señaló que se hizo cercano a Garay por el kudo, arte marcial que ambos practicaban. "Me cobraba por estas clases, yo se lo cancelaba mensualmente y tenían una duración de una hora", indicó el periodista. "Después de las clases almorzábamos en un restaurante peruano en el cual tenía el departamento el señor Garay (…) Ahí me dijo que tenía un fondo de inversiones privado. Él me ofreció ser parte de este grupo de personas que iba a asesorar. Me comentó que tenía clientes de alto patrimonio, era un fondo de inversiones boutique y que estaba todo regulado legalmente", indicó Núñez, quien agregó que "como ya teníamos una relación de amistad y confianza –él tenía un historial académico y era consultado en medios económicos y especializados-, me pareció que no había riesgo alguno. No tuve ningún inconveniente en sacar mi plata de fondos mutuos".
Luego, el periodista reveló cuál era la impresión que el ingeniero le había generado: "Para mí Rafael Garay hizo un papel de una persona dedicada al deporte, que no tenía vida nocturna alguna. Una persona alcohólica no puede estar haciendo ejercicio a las 8 de la mañana y muy pocas veces suspendíamos las clases". En estrado, Núñez también dijo que "solo tuvimos dos salidas nocturnas. Una fue una cena que organizamos con una amiga a un restaurante de comida japonesa y ahí ninguno ingirió alcohol. La segunda fue una reunión que se hizo con la gente del kudo y yo me retiré temprano (…) Ahí tampoco vi una ingesta de alcohol fuera de lo normal".
El periodista agregó que él fue quien le presentó a su esposa, Marlene de la Fuente, con Rafael Garay. "Me arrepiento, porque yo le dije a mi señora que Garay era honorable. Hice que mi señora invirtiera", relató.
Acto seguido, Núñez relató que cuando supo que Garay tenía cáncer se comprometió a ayudarlo. Poco después, cuando que fue a verlo a su casa, lo encontró borracho. La escena fue descrita así: "Rafael me dijo q se había tratado de suicidar, que se había inyectado insulina (…) Yo le decía que no tenía que quitarse la vida y que si está enfermedad era terminal, tenía que enfrentarlo con dignidad. Me dice ¿tú me vas a decir cómo tengo que enfrentar mi enfermedad? Me golpea y me dice te voy a decepcionar".
El periodista agregó que un par de veces más almorzó con el ingeniero y que comenzó a pedirle que devolviera el dinero de su esposa. "Mi relación con Marlene se estaba deteriorando por esto", aseguró.
En agosto de 2016 Garay anunció que viajaría a Francia para tratarse la enfermedad en una clínica europea. Poco después "me llama de madrugada a mi celular llorando, diciéndome que está devastado, se escuchaba equipamiento médico (…) Me manda una canción por WhatsApp, diciendo que soy su amigo del alma (…) Cuando uno está con amigo enfermo de cáncer uno baja la guardia", indicó el periodista. Agregó que "no tenía razón para pensar que esto era una puesta en escena, una cosa que solo puede ser escrita en novela".
Ya al finalizar su testimonio, Núñez indicó que "no sabía si estaba frente a un estafador de antología o una persona enferma de cáncer".
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Foto: Agencia Uno.[/caption]
El periodista no fue la única persona que declaró esta mañana en el juicio contra Garay. Antes lo había hecho su esposa, Marlene de la Fuente. Cerca de las 9.15 comenzó el interrogatorio, que estuvo a cargo del fiscal José Morales. Ahí, la mujer indicó que era actriz y periodista. Relató que lo conoció en 2013 a través de Iván Núñez. En estrado relató cuál fue la primera impresión que le generó el acusado: "Si me pregunta qué era para mí Garay, era una persona honesta, caballero y honrado. Eso fue lo que yo sentí de él".
El imputado se hizo cercano a tal punto al matrimonio que solía acudir a la casa de los Núñez De la Fuente tres veces por semana. En una de las conversaciones, apareció el tema de las inversiones. "Él supo que yo tenía dinero en el banco, que tengo a partir de los 15 años. Trabajé y estudié en la universidad y fui juntando este dinero, son 76 millones de pesos. Varias veces Garay me ofreció en la casa que invirtiera el dinero con él. Me dijo que colocara el dinero en dólares y oro". Así, finalmente un día en el living de su casa el 14 de mayo de 2016, entregó un cheque al ingeniero. "Le dije q era el único dinero que tengo. Me ha costado mucho".
En ese momento, nada hacía sospechar de Garay. "Todo indicaba que el acusado aparecía como legal. El contrato me ofrecía un porcentaje de un 18%. Él era amigo de mi marido, vulneró mi hogar".
Con el correr de los meses, De la Fuente relató que quiso su dinero de vuelta, pero se enteró a través de los medios de comunicación que el ingeniero anunció que tenía un cáncer terminal. "Le comenté a mi marido y me dijo que a él no le había comentado nada (…) El acusado abusó de la confianza, no tuvo ninguna piedad de la familia".
Así, contó De la Fuente, Iván Núñez se preocupó de él e incluso le llevaba comida para su casa. "La actuación de este señor fue demasiado (…) Garay me decía que estaba súper mal, que no podía mover los brazos, las piernas, perdí la memoria. Me decía llorando no voy a saber quiénes son las personas (…) Él se estaba burlando, no tiene sentimientos. Cada vez que yo hablaba con él, se estaba muriendo, no podía respirar, estaba parapléjico. Yo solo quería ayudarlo".
La finalizar, relató las secuelas que le dejó la situación: "Estoy con un cuadro depresivo. Lo que ha reparado ha sido nada". Al final, señaló "no es una persona que solo nos estafó, es una persona peligrosa".