La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, asegura que en su gestión el gremio buscará tener un rol más fiscalizador en la crisis que atraviesa el Sename. Además, se refiere a los resultados de un documento que trabajó el Comité de Ética de la entidad, que concluyó que se han registrado situaciones de "corrupción y prácticas alejadas de la ética" en las sociedades médicas. Estos y otros temas abordó con La Tercera a 6 meses de convertirse en la primera mujer titular del gremio.
¿En qué consiste el nuevo rol que quiere tener el colegio en temas de infancia y Sename?
Entendemos la crisis del Sename, pero como colegio queremos ir un poco más allá y es hacia la infancia. Los niños del Sename son una parte, pero tenemos otros niños que no están en las instituciones y que también viven vulnerabilidad. Nosotros a veces lo percibimos en los centros de salud familiar. Queremos tener una agenda más transversal, ya que es una tema que debería ser prioridad para el país.
¿De dónde viene ese interés?
Al interior del colegio existe gran interés de parte de nuestros médicos. Por ello, se creó una comisión que ya está trabajando. Nuestro rol va a ser fiscalizador de las acciones en torno al Sename, principalmente, pero también de involucrar a los médicos a nivel nacional en comisiones de infancia regionales, porque hay realidades muy distintas en Chile. La idea es participar con una mirada más clínica y poder extender los beneficios no solo a los niños que están al cuidado del Estado, sino que a todos los niños, para poder detectar los que son vulnerados a todo nivel.
Publicaron un documento con medidas para afrontar las irregularidades en la gestión de listas de espera. ¿Qué esperan de las investigaciones en ese aspecto?
Esperamos que se investigue hasta lo último. No sé si esto termine siendo un Sename dos, pero creemos que la investigación tiene que ser nacional y estamos esperando sus resultados, porque creemos que eso va a transparentar que no existe capacidad de absorber a los pacientes en el sistema y me refiero no solo en el sector público, sino que transversalmente. No tenemos que tapar los errores con tierra, sino que transparentar y no culparnos. No se trata solo de contar a las personas fallecidas, sino también revisar las causas de por qué ocurrió eso y de tener la voluntad de resolverlo. Eso es una tremenda agenda, pero si hay una investigación como esa, por lo menos puede tener luces de que se avance hacia una resolución.
Recientemente el Colegio aprobó un documento, el que da cuenta de su posición frente a las sociedades médicas ¿Qué plantea?
El documento resuelve que en algunos casos ha habido espacio para la corrupción y que el colegio se debe hacer cargo preventivamente de eso, para que no siga ocurriendo. Situaciones en las cuales los jefes de servicios clínicos definen la compra y a la vez son dueños de las sociedades. Eso podría ser éticamente reprochable y tener conflicto de interés. Esto fue aprobado y ya es una posición del colegio. Se dice que han existido algunos espacios de corrupción a veces y algunas prácticas que están alejadas de la ética médica que hay que subsanar.
¿Qué se puede hacer?
La resolución de esto tiene que ver con las soluciones que se deben impulsar desde el nivel central, pero también tiene harto que ver con una propuesta nuestra de la Ley Médica Única, que va en la línea de fortalecer la figura pública, que no existan médicos de primera y segunda categoría. Eso es parte de nuestros lineamientos para este año, hacernos cargo de reclutar recurso humano calificado, de generar incentivos para que los médicos se queden y favorecer la contratación médica, más que la externalización. Que el sector público pueda crecer, lo que hoy no sucede en algunos casos porque están estas sociedades.
¿Cuál es la evaluación de estos seis meses de mandato?
Estoy bien tranquila con el trabajo hecho hasta el momento. Hemos podido aterrizar en Esmeralda (calle donde está el gremio) y hemos superado procesos, tanto internos como externos. Hemos logrado ordenar el trabajo del colegio e instalar algunos temas en el camino. Siento que somos un aporte para la institución. Lo que me quita el sueño es ser un retroceso o que los médicos sientan que perdimos el norte y que no los representamos, y en ese sentido hemos sido bien cuidadosos. Han sido meses muy intensos, en instalación y exposición.
¿Qué espera del nuevo ministro de Salud, Emilio Santelices?
No lo conozco mucho personalmente. Sí indirectamente, por la Escuela de Salud Pública de la U. Chile. Desconozco su afiliación política, pero sé que ha estado asesorando a los grupos económicos en salud, como isapres y la Clínica Las Condes, pero me queda la sensación indirecta de que es alguien que tiene una capacidad técnica, que le ha demostrado a lo pares. En general, los salubristas valoran su nombramiento y espero que nos sorprenda y, además, que no sea de una línea ideológica neoliberal irracional, que es yo compro, vendo y destruyo el sector público. Espero que no ocurra tanta ideología, dentro de un funcionamiento que, espero, sea también pragmático y orientado a las necesidades del país.
¿Y las comunicaciones con él?
Espero que sean fluidas, que exista respeto y que entienda que el colegio quiere aportar a traer soluciones y que a veces, cuando uno critica, que a veces se lee como como la deslealtad más terrible, espero que se entienda que es un rol que nos toca jugar como colegio profesional.