Una situación crítica, casi terminal, es la que enfrentan los jardines infantiles particulares este año: perdieron buena parte de su matrícula por el cierre obligado de la pandemia, y tampoco reciben subvenciones, lo que mantiene a muchos recintos -la mayoría de ellos constituidos como pymes- en una situación de quiebra.
Pero con el retorno de las actividades presenciales, muchos han aprovechado de reabrir y retomar sus actividades. Según la Subsecretaría de Educación Parvularia, ya hay 528 jardines infantiles abiertos en el país, de los cuales 427 (81%) son recintos particulares.
Esto quiere decir que aproximadamente uno de cada cinco jardines privados ha reabierto. Por el contrario, los planteles que reciben subvenciones y aportes no han reabierto de forma masiva: solo hay 26 jardines de la Junji funcionando, otros 20 de la Fundación Integra y 14 recintos de municipios y fundaciones.
En el país, otros 346 jardines se preparan para reabrir, de los cuales 194 son privados, mientras que 28 procesos de reapertura han quedado suspendidos.
Ana María Ramírez, presidenta de la Asociación Gremial de Jardines Infantiles y Salas Cunas Particulares, cuenta que hicieron una encuesta entre las sostenedoras asociadas y en la Región Metropolitana el 28% de los jardines dijo que quería reabrir, en un intento por mantenerse a flote.
Sin embargo, afirma que hay muchas situaciones de quiebra que están escondidas, pues cuando van a cerrar los jardines deben avisarlo al Mineduc en junio del año anterior, y porque muchas sostenedoras están esperando al mes de marzo para saber si podrán retomar sus actividades antes de notificar la quiebra.
Creemos que cerca del 67% de los jardines está en situación de quiebra o cierre, pero muchos no quieren anunciarlo todavía.
Ana María Ramírez, presidenta de la Asociación Gremial de Jardines Infantiles y Salas Cunas Particulares
Los recintos que han abierto, lo han hecho recibiendo a una cantidad mínima de niños. Ese es el caso de Ramírez, que está atendiendo a solo dos guaguas. “Los padres están llamándonos para consultar sobre las matrículas del próximo año, pero las consultas han bajado 80%. Antes, a esta fecha, nos llamaban todos los días, y ahora tenemos dos o tres llamados semanales”, dice.
Los casos se repiten por el país. La dirigenta cuenta que en Viña del Mar hay un jardín con capacidad para 90 niños y solo está atendiendo a 12, y en Valdivia hay otro que abrió con cinco niños y tuvo que volver a cerrar cuando la comuna retrocedió a cuarentena.
La subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro, explicó la semana pasada, tras reunirse con el consejo asesor para la reapertura de escuelas, que la reactivación de jardines privados comenzó en septiembre, con medidas de seguridad, pero que aún no saben cuántos van a cerrar.
“Aún no se han efectuado o no hemos tenido conocimiento administrativo de cierres de jardines infantiles privados, aunque sabemos de jardines que han dicho que eso va a ocurrir”, dijo.
Apertura en verano
Como parte de su reactivación, muchos jardines están planeando abrir en enero y febrero, algo que normalmente hacían, pero que este verano todavía es incierto. “Vamos a continuar funcionando mientras haya niños, porque sabemos que hay madres que trabajan y no tienen redes de apoyo, y somos un pilar para ellas”, dice Ramírez.
Los jardines que reciben aportes planean lo mismo para el verano. En la Junji cuentan que tendrán “jardines estacionales”, que se iniciarán el 25 de enero, pero que su apertura dependerá de cómo evolucione la pandemia en este tiempo.
El organismo estima que abrirá este programa en 13 regiones del país y calculan que atenderán a 1.650 niños, entre salas cuna y niveles medios, por la necesidad de sus familias de contar con un lugar seguro.
También funcionarán algunos jardines de la Fundación Integra, especialmente en comunas que en el verano tienen trabajo agrícola, los que funcionarán hasta mediados de febrero.