La exsubsecretaria de Salud y exdirectora de Fonasa, Jeanette Vega, viene siguiendo la pandemia hace harto tiempo. El año pasado, como integrante de la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación -convocada por el Banco Mundial y la OMS- advirtió en su informe anual publicado en septiembre que el mundo se iba a enfrentar a “la amenaza muy real de una pandemia fulminante, sumamente mortífera, provocada por un patógeno respiratorio”.
Esta médica además es gerenta de Innovación Médica de la Red de Salud UC-Christus. En las últimas semanas, Vega está participando en lo que será el informe 2020 de la junta. Al respecto, la experta adelanta que estará centrado en la vacuna contra este coronavirus.
Vega dice que es probable que se logre dar con una vacuna, pero no este año. En ese documento, que publicarán en agosto, los especialistas se inclinan por proponer la creación de un marketplace (mercados electrónicos que reúnen una gran cantidad de compradores y vendedores de distintas partes del mundo). “La idea es armar un mecanismo que permita que los países accedan a vacunas sin que tengan que haber negociaciones bilaterales, ya que ahí los que tienen mercados más amplios tienen ventaja”, dice la exautoridad. Para esa propuesta, ya está sobre la mesa la opción de que este marketplace sea coordinado por Gavi (una alianza internacional para la vacunación) o por la misma OMS. En este espacio, quienes fabriquen vacunas podrán saber cuál va a ser la demanda, ya que los países harán sus peticiones por adelantado.
En medio de todo eso, Vega no ha sacado los ojos de Chile y su estrategia para controlar la pandemia, de la cual es muy crítica.
¿Cómo ve la llegada del ministro Enrique Paris?
Es una buena medida, probablemente un poco tardía porque ya teníamos un ministro que estaba muy agotado, muy golpeado y con muy poca credibilidad. Por lo tanto era necesario cambiar por una parte al ministro, pero fundamentalmente la estrategia. Sea cual sea el ángulo por donde se mire, uno llega a la conclusión de que laestrategia implementada es un fracaso.
¿Por qué dice que es un fracaso?
El primer error fue esta idea tan temprana de que esto se iba a poder controlar con lo que llamaron cuarentenas dinámicas, sin ninguna evidencia en el mundo de que esto efectivamente pudiera funcionar y en la práctica eso no funcionó. El segundo error, que fue persistente, fue no escuchar a la comunidad científica. Ellos advirtieron desde el primer momento que el camino que estábamos tomando no era el correcto. También está esto de la nueva normalidad y el retorno seguro. En ese minuto hubo un quiebre en la curva y empezó a haber un aumento acelerado de casos.
¿Y por qué cree que el gobierno no iba a querer escuchar a la comunidad científica?
Ni yo ni nadie tiene una explicación coherente. Parece bastante poco estratégico no haber escuchado. Este país tiene reconocidos especialistas en salud pública y epidemiólogos de nivel mundial. Finalmente cuando esta estrategia fracasa, ni siquiera es posible solidarizar en ese fracaso o compartirlo, porque el fracaso de la estrategia tenía nombre y apellido, tenía que ver con que la conducción no era la adecuada.
También se ha criticado que se haya puesto el foco en los ventiladores.
Eso también, es lo que yo llamo “la última milla”. El problema es que los que requieren ventilación mecánica tienen ya una altísima mortalidad y por lo tanto es como la etapa previa de ir a comprar al cementerio.
A su juicio, ¿la comunicación también ha sido deficiente?
Los mensajes han sido contradictorios y provocan desconfianza de la ciudadanía. Finalmente, el error que va de la mano con lo de la cuarentena dinámica, es el testeo insuficiente y fundamentalmente una trazabilidad de contactos y aislamiento de casos que fue muy débil. Eso ha hecho que en la práctica haya sido imposible cortar la cadena de contagios.
Paris dijo que cuarentenas dinámicas sí funcionaron en regiones.
Definitivamente es una estrategia que no funciona y la razón por la que ha funcionado en las regiones es porque básicamente esas zonas han sido comunas completas.
¿Qué le parece que el Minsal también informe los fallecimientos de los casos probables?
Es que era obvio que había que hacerlo. Los casos de fallecimientos por Covid-19 son todos los casos clínicos que tienen Covid-19 a menos que se demuestre lo contrario. Y, por cierto, el conteo de caso probable no puede ser todos los días. Uno esperaría que se contabilizaran semanalmente y yo creo que para los datos diarios la mejor fuente son las personas que mueren en los hospitales.
¿Cuál es su opinión respecto de que el Minsal reporte más casos de fallecidos a la OMS?
Hay que ser justos y lo que ocurre es que todos los países del mundo notifican a la OMS las dos cifras. Notifican los casos probables y notifican los casos confirmados. La OMS lo que publica finalmente son los casos confirmados, pero tiene en su estadística todos los casos probables. El tema aquí no es que se hayan informado ambos sino que por qué razón eso no se compartió desde un primer momento para que todos supiéramos que se llevaba ese conteo. No tengo cuestionamiento al hecho de que se informaran ambos, pero eso podría haberse transparentado desde un inicio.
¿Ve con buenos ojos lo que pueda ser la gestión del ministro Paris?
El ministro Paris trae esperanza y aire fresco. Estamos todos disponibles para apoyar la gestión del ministro, porque si le va bien a él, nos va bien a todos. El discurso de inclusión de todas las voces y sus primeros énfasis sanitarios son signos alentadores.