Ayer, la Compañía de Jesús comunicó a sus miembros la dimisión del estado clerical para el religioso Eugenio Valenzuela, quien acumula al menos tres investigaciones previas por abusos.

Las intenciones del ex provincial eran sabidas al interior de la compañía, ya que hace algunos meses había pedido dejar el sacerdocio. Esto se confirmó en un comunicado que se les leyó este miércoles a quienes conforman la congregación, según confirmaron tres distintos miembros de la orden a La Tercera.

Pero hay un detalle más. Con los últimos antecedentes que llegaron a manos del superior general de los jesuitas, el religioso Arturo Sosa, la orden manifestó por primera vez que hubo abusos por parte de Eugenio Valenzuela, incluso en aquellos casos donde no se configura el delito canónico.

Fuentes jesuitas indican que incluso el general le habría pedido a la provincia chilena –hoy liderada por el nuevo provincial, Gabriel Roblero– que asuma responsabilidades institucionales por haber normalizado modos abusivos de Valenzuela, tanto en la formación de jesuitas como en otros cargos.

Nuevos antecedentes

Cercanos a la orden indican que todo comenzó porque entre julio y agosto se recibió una nueva denuncia en contra de Valenzuela y, además, hubo una nueva declaración de un testigo de una denuncia antigua.

Los antecedentes fueron investigados por el abogado Waldo Bown -quien estuvo a cargo de la indagatoria por las denuncias contra Renato Poblete- y concluyeron que, en un caso, hubo transgresión abusiva en el contexto acompañamiento espiritual.

En el segundo caso, donde el testigo volvió a declarar, se consideró verosímil el delito de solicitación, que es el delito cometido por un sacerdote que, aprovechando la intimidad que supone la confesión, hace un requerimiento sexual o realiza tocamientos.

La investigación previa declaró la verosimilitud de la denuncia y se envió el caso a Roma. Primero, los antecedentes llegaron al general de la compañía y luego la investigación quedó en manos de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Y aunque la aceptación de la solicitud de dimisión del estado clerical de Valenzuela en términos prácticos detiene la última investigación en su contra, que estaba en Roma, sí se estableció que hubo abusos por parte del ex provincial.

La importancia de Valenzuela en la orden

El ex provincial es un hombre clave al interior de la Compañía de Jesús porque marcó una suerte de "época dorada" en la orden.

Antes de que se supiera de la primera denuncia en contra de Valenzuela, en la época su valoración era tal que entre los propios religiosos lo describían como "el mejor de todos". En su paso por la Compañía de Jesús fue promotor de vocaciones, maestro de novicios y provincial. Por ejemplo, entre los años 1997 y 1999 entraron 30 jóvenes al noviciado dirigido por Valenzuela. Treinta novicios, 30 vocaciones, 30 futuros jesuitas. Pese a eso, de los 30 hoy solo cuatro siguen en la Compañía de Jesús.

Esto cierra una etapa importante en la provincia chilena jesuita. Aunque ya había consenso del daño que Valenzuela había causado en la Congregación, hoy hay un reconocimiento oficial de sus abusos.

Sin embargo, indican jesuitas al interior de la compañía, aunque Eugenio Valenzuela ya no viviría en la residencia San Ignacio, sigue asistiendo a todos los funerales de jesuitas, ordenaciones sacerdotales y mantiene contacto personal con miembros de la orden.