¿Qué expectativas de participación hay frente a la consulta?

Es la segunda vez que se hace este tipo de consulta: la primera fue en octubre pasado por la construcción de una laguna en el parque Padre Hurtado, donde votaron más de 65 mil personas (de tres comunas), lo que superó las expectativas. En este caso, son ocho comunas muy dispares entre sí, pero esperamos que padres y abuelos puedan participar.

En algunas comunas también se preguntará por una posible restricción a la venta del alcohol...

Esto se agregó porque se inició la discusión sobre la venta de alcohol a menores. En el concejo estamos viendo una ordenanza para que los minimarkets y las botillerías exijan el carné de identidad, con el fin de evitar la venta a niños.

¿En qué antecedentes sobre consumo juvenil de drogas o alcohol se basa esta consulta?

El mayor temor de los padres es que los hijos caigan en las drogas; me lo dicen en las reuniones. La encuesta que hicimos en la comuna el año pasado muestra una correlación entre la llegada de los jóvenes después de la medianoche a sus casas y una mayor probabilidad de consumo de drogas. Por eso, el modelo usado en Islandia tiene como objetivo que se retrase el inicio del consumo en edades tempranas.

¿Qué medidas tomarán si los votantes aprueban la restricción horaria?

Eso lo decidirá cada concejo, en cada comuna. Lo que tenemos pensado es que se puedan organizar brigadas conformadas por padres y por jóvenes, como se hizo en Islandia. En ese país, estas personas salían los viernes y sábados en la noche y acompañaban a los niños que andaban solos: les decían cuál era el horario recomendado o los llevaban a sus hogares. Esto generó una fuerte baja del consumo en ese país.