"La decisión respecto del excomandante en jefe dice relación con que hablamos de una justicia igualitaria, que no hace diferencias ni distinciones, que no tiene privilegios". Así el ministro en visita Mario Carroza justificó la condena a tres años y un día de libertad vigilada contra el otrora mandamás del Ejército Juan Emilio Cheyre, como encubridor del homicidio calificado de 15 personas. Los hechos ocurrieron en el Regimiento Arica N° 2 de La Serena, el 16 de octubre de 1973, fecha en que la comitiva comandada por el general de Brigada Sergio Arellano Stark (fallecido) llegó hasta dicha ciudad, donde -según consigna el fallo- se ajustició sin sentencia previa a los opositores al régimen militar, los que posteriormente fueron arrojados a un fosa común del cementerio local. Luego se informó que sus fallecimientos se debieron a un enfrentamiento.
El único condenado a 15 años de presidio efectivo por estos hechos fue el excomandante del Regimiento N°2 de La Serena, Aristo Lapostol, pues el resto de los autores ya falleció.
Una condena "injusta", dijo el excomandante Jaime Ojeda, uno de los cinco exfuncionarios del Ejército que recibieron cinco años y un día de cárcel como cómplices del delito.
Ojeda defiende su inocencia y la de Lapostol, quien ingresará al penal de Punta Peuco con 90 años. "Ningún oficial del regimiento tuvo la menor sospecha de que lo que se estaba haciendo era ilegal", aseguró.
La condena al excomandante Cheyre no dejó conforme a su defensa, ya que anunció que apelará (ver nota) y tampoco fue bien recibida por los querellantes, pues en la acusación del 25 de abril de 2017 el ministro Carroza lo acusó de cómplice, mientras que este viernes lo condenó como encubridor, permitiendo que su sentencia se rebajara en un grado, accediendo con esto al beneficio de la libertad vigilada.
Así "culmina un ciclo", reconoció el ministro Carroza, tras 20 años de investigación que no estuvieron exentos de problemas, sobre todo porque "la colaboración no ha sido explícita de parte de aquellos que intervinieron, entonces ha sido difícil llegar a la verdad histórica", agregó el magistrado, apuntando al Ejército al señalar que "no se llegaba con la verdad. En ese sentido existían ciertos elementos que no permitían llegar a un consenso de cómo ocurrieron los hechos", aseveró.
Desde el Ejército refutaron los dichos del magistrado, asegurando que la institución "tiene como política oficial la colaboración plena e irrestricta con toda investigación que lleve adelante la justicia". Más tarde, lamentaron la situación personal del exgeneral Cheyre, reiterando " su absoluto respeto y compromiso con el Estado de derecho", que les impide hacer declaraciones sobre la resolución judicial.
El perdón
Esta es la primera condena por los crímenes de Estado cometidos durante el régimen militar que alcanza a un ex alto mando de las Fuerzas Armadas y al llamado general del Nunca Más.
En el fallo, el ministro señala que "toda la oficialidad del Regimiento Arica de La Serena consintió dócilmente a que estos fueran aniquilados sin juicio alguno, y al contrario de lo que sostiene su defensa, el acusado Cheyre, en ese entonces teniente y ayudante del comandante del regimiento, pese a esta innegable masacre, no se resta a cumplir la labor de sanearla".
El 10 de marzo de 2002, Juan Emilio Cheyre asumió como comandante en jefe del Ejércitoy en 2004 publicó el texto "Ejército de Chile: el fin de una visión", en el que asumió la responsabilidad de la institución en los crímenes ocurridos entre 1973 y 1990, pidiendo perdón a sus víctimas y asegurando el "nunca más" de estos hechos.