Esta será una semana compleja para la Iglesia Católica criolla respecto de las investigaciones por eventuales abusos que lleva la Fiscalía de Rancagua, y que tienen al arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, bajo indagatoria.
En el círculo legal del prelado seguiría en duda su declaración -en calidad de imputado- ante el Ministerio Público, que lo investiga por el presunto encubrimiento de los delitos que habría cometido el excanciller del arzobispado, Óscar Muñoz, quien se mantiene con arresto domiciliario desde el 22 de septiembre pasado.
Según fuentes cercanas a Ezzati, este podría no llegar a la cita con el fiscal Arias, fijada para mañana, y en cambio asistiría su representante legal, quien presentaría las excusas ante el Ministerio Público. En su defensa, de hecho, siempre se ha insistido en que se prestará toda la colaboración que la fiscalía requiera, pero que lo lógico es que primero el Juzgado de Garantía de Rancagua revise la petición de sobreseimiento definitivo del prelado, solicitada argumentando "la falta de participación punible del señor cardenal en los delitos imputados al sacerdote Óscar Muñoz", según informó en su minuto su abogado Hugo Rivera. Y esa audiencia está programada para este viernes.
La apuesta judicial, sin embargo, también implicaría un riesgo, pues eventualmente el Ministerio Público podría solicitar una orden de arresto en contra del religioso. Ello, pues la primera cita para que declarara fue agendada para el 21 de agosto pasado, la cual fue suspendida luego de que la defensa argumentara que no tenía todos los antecedentes y que la propia fiscalía no había podido analizarlos por completo.
Tras esa suspensión, la fiscalía proporcionó la documentación requerida y se reagendó la diligencia para mañana. No obstante, la defensa de Ezzati solicitó la audiencia de sobreseimiento definitivo, lo que habría generado molestia en la Fiscalía de Rancagua, donde no descartan el escenario de tener que pedir una eventual orden de arresto si el prelado no llega a la cita.
Hoy, en tanto, será un día clave, también en Rancagua, para el excanciller Óscar Muñoz, pues la fiscalía solicitó revisar el arresto domiciliario que su defensa consiguió el pasado 22 de septiembre, en la Corte de Apelaciones de la ciudad.
La petición "nos sorprende, porque entendemos que no hay nuevos antecedentes, tampoco nos informaron la razón; por lo que estimamos que el Ministerio Público solo pediría medidas complementarias a las otorgadas por la corte", señaló Gabriel Henríquez, defensor del excanciller.
Según cercanos a la investigación, el Ministerio Público buscará ratificar que no hay delitos contra Muñoz radicados en el Tribunal de Garantía de Pichilemu, que autorizó en junio pasado el allanamiento al Arzobispado de Santiago, y así pondría en jaque la petición de "no competencia" que esperan llevar adelante las defensas de algunos obispos.
Sobre Goic
El escenario sigue complicado también para el exdirector del Consejo de Prevención de Abusos del Episcopado, el obispo emérito Alejandro Goic, pero no por los presuntos delitos cometidos por la llamada "Cofradía" de Rancagua, caso que pudo haber "apurado" la aceptación de su renuncia por parte del Papa. Pero según un documento de la Fiscalía Nacional, al que tuvo acceso La Tercera, la causa por abusos sexuales del excanciller Óscar Muñoz "tiene como imputados a Alejandro Goic, Óscar Muñoz, Raúl Hasbún y Ricardo Ezzati".