El ministro en visita Alejandro Madrid decidió modificar la condena en prisión de diez años y un día que, desde agosto de 2015, cumple el exfiscal militar Fernando Torres Silva por el crimen del exquímico de la Dina, Eugenio Berríos, y cambiarla por reclusión domiciliaria total.
La decisión adoptada por el juez se fundamentó en motivos humanitarios, ya que Torres Silva “padece un cáncer prostático metastásico, con múltiples complicaciones locales, óseas y hematológicas, sin mejoría, en estado terminal y sujeto solo a cuidados paliativos”, según se lee en la resolución de Madrid adoptada el pasado 5 de abril.
Esto se traduce en que lo que le restaba de pena en prisión a Torres Silva (poco más de 4 años), que cumplía en el penal Punta Peuco, podrá realizarlos desde su residencia, bajo los resguardos de Gendarmería.
Madrid, además, en su resolución citó una serie de tratados internacionales y recomendaciones de organismos ligados a los DD.HH., dando cuenta que en ellos se “aceptan la privación de libertad como castigo penal, siempre que esta se enmarque en el respeto a la dignidad humana”.