La jueza del Primer Juzgado de Familia de Santiago, Karen Hoyuelos, aborda desde la perspectiva jurídica el proceso por el que pasa el menor hasta, eventualmente, integrarse a una familia de acogida.

Hoyuelos señala que el proceso contempla, primero, la búsqueda de su familia extensa (con lazo sanguíneo) y que la institucionalización sea la última medida. "Se hacen todos los esfuerzos para que el niño esté con alguien de su familia biológica y, si no es posible, una familia extensa (tíos, abuelos y otros). Si lo anterior tampoco es posible, es porque la vulneración es grave e ingresa a un hogar", cuenta la jueza.

Si finalmente no se logra encontrar a un núcleo cercano -explica la magistrada- se intenta buscar una familia "externa" que sea "idónea" según el Sename.

Las Familias de Acogida Especializada (FAE) son un programa a cargo del Sename, al cual se derivan los niños y adolescentes que buscan una familia alternativa a la de origen. Hoyuelos explica que las FAE "siempre van a depender de una resolución judicial". Agrega que "la familia de acogida es una medida de protección cuando hay una grave vulneración de derechos, donde se decide que el niño no puede estar con su familia directa".

Profesionalización

Una de las falencias -según la magistrada- del programa FAE, es la falta de profesionalización de las familias que tienen el cuidado temporal de los menores.

Al respecto, la jueza explica que "no hay cursos para que, por ejemplo, se aborden habilidades parentales. Es más bien la gente de buena voluntad la que se ofrece". Según la reflexión de la magistrada, al programa le faltan capacitaciones para las familias.

En cuanto al proceso de selección de familias, la jueza expresa que desde el Poder Judicial "no hacemos un proceso de evaluación para la selección, pero sí podemos influir en decir 'esta familia no me parece para este niño'".

En esa línea, Hoyuelos asegura que "lo que hace el Sename es un proceso de selección de la familia, pero que está en pañales, porque no está profesionalizado el sistema".

La lista de espera

Otro tema abordado por Hoyuelos es la falta de familias de acogida dispuestas a tener el cuidado de un menor, lo que se traduce en constantes listas de espera para que niños, niñas y adolescentes tengan un cuidado provisorio legalizado.

¿Es muy difícil llegar a una familia de acogida?

"Más que eso, es la lista de espera. Cuando el menor requiere de una familia de acogida no está en el limbo. El tema es, ¿esa familia está recibiendo el aporte económico? ¿Está recibiendo apoyo terapéutico? Si el niño se desborda emocionalmente, ¿hay alguien que lo pueda contener? Esa es la gran falencia, ya que si el sistema se hubiera profesionalizado, habría más familias que querrían participar. Es todo un sistema integral que hay que ir mejorando en distintos focos".