Este viernes la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) informó que la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) de la institución liderará la indagatoria del incidente ocurrido el lunes 11 de marzo en un vuelo de Latam entre Australia y Chile con escala en Auckland, Nueva Zelandia.
El avión Boeing 787 experimentó un brusco descenso mientras se encontraba en el aire. Debido a este incidente cerca de 50 personas resultaron heridas.
Un día después del hecho, la DGAC anunció que un equipo chileno liderará la investigación del incidente. No obstante, ya han salido a flote testimonios de los pasajeros y funcionarios de la aeronave, quienes plantearon la posible causa del accidente.
Una de las investigaciones en curso, sostiene que -de acuerdo al testimonio de funcionarios- el hecho se originó cuando una azafata presionó un interruptor en el asiento del piloto mientras servía una comida, lo que provocó que una función motorizada empujara al piloto hacia los controles e impulsara hacia abajo la nariz del avión. De esa forma, se habría originado una caída repentina.
Al margen de esos datos, la investigación oficial la ejecutará la JIA, que estará liderada por el director del Departamento de Prevención de Accidentes de la entidad, Claudio Pandolfi.
Además, contará con un “equipo multidisciplinario, para indagar causas y factores”, según precisaron desde la organización, a través de su cuenta de X.
Según indica el reglamento del Departamento de Prevención de Accidentes de la entidad, la JIA tiene contemplada las investigaciones de los accidentes que involucren a aeronaves “cuyo peso máximo de despegue sea superior a 5.700 kilos”.
Además, se especifica que la Junta debe contar con especialistas aeronáuticos, también podrán asistir a sus reuniones “representantes del Estado de matrícula, Estado de la empresa aérea, Estado de diseño y Estado de fabricación”.