Esta mañana, el Ministro de Justicia, Hernán Larraín, junto a la Directora Nacional de Sename, Rosario Martínez, entregaron a la directora del nuevo Servicio Mejor Niñez, María José Castro, un documento de traspaso, el que contiene toda la labor realizada por el Sename en materia de protección durante los últimos cuatro años.
Esto, en el contexto de la puesta en marcha del Servicio Mejor Niñez, el que comenzará a operar mañana viernes 1 de octubre, y que se hará cargo de toda el área de protección de Sename.
Según se indicó, en este documento se encuentra el estado de avance detallado de los compromisos del Acuerdo Nacional por la Infancia; se explica la restructuración del sistema residencial y además contiene todos los antecedentes del nuevo modelo de Representación Jurídica, junto al fortalecimiento del programa de Familias de Acogida, el rediseño de los programas ambulatorios, entre otras materias.
Durante esta actividad, las autoridades también inauguraron la nueva Residencia Familiar de Macul, que albergará a 15 adolescentes mujeres de entre 14 y 18 años.
“El Estado durante muchas décadas no ha logrado cumplir sus compromisos con la infancia vulnerable, y por eso cuando asumió el Presidente Sebastian Piñera dijo ‘los niños están primero’, y vamos a hacer todo lo necesario para que se reconozca, para que se respeten los derechos de lo niños, niñas y adolescentes vulnerables”, indicó.
Desde mañana y junto a esta entrega oficial, recordó el titular de Justicia, el área de protección del Sename se traspasa al Servicio Mejor Niñez, el cual se encuentra bajo el Ministerio de Desarrollo Social, mientras que el área de infractores juveniles se mantiene a cargo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, pero bajo el nuevo servicio de Reinserción Social Juvenil.
Este último, indicó el ministro Larraín, se espera que esté aprobado y sancionado legalmente en octubre de este año.
“Podemos simbolizar el hecho de que se acaban los Cread con una nueva residencia familiar, que representa un poco el espíritu de lo que queremos hacer: Ya no más niños tratados en forma pasiva, en verdaderos orfelitanos, sino que niños en residencias familiares, en donde equipos humanos de profesionales, gente que quiere su trabajo y que quiere a los niños y niñas, pueda darles lo mejor para recuperarlos, para ayudarlos a sentirse parte y a revincularse con su familia o encontrar otros horizontes familiares a través de la adopción”.
Con esto, agregó, formalmente el Sename terminará bajo la administración del gobierno de Sebastián Piñera creándose estos dos nuevos servicios. “Habrá un nuevo trato para la niñez vulnerable y para los infractores juveniles”, sostuvo.
Al respecto, la nueva directora del Servicio Mejor Niñez, María José Castro, destacó que en marzo del 2018 el Presidente Piñera convocó el Acuerdo Nacional de la Infancia, y uno de los compromisos era transformar estos espacios masivos en estas residencias familiares como la que hoy inauguran.
“Este es uno de los compromisos que se cumple, del Acuerdo Nacional por la Infancia. A partir de mañana se cumplen mucho de estos casi 90 compromisos que como país tomamos para hacer de la infancia en Chile el mejor espacio”, destacó.
Por su parte, la directora nacional de Sename, Rosario Martínez, agregó que “hoy es un día lleno de emociones”, ya que estaban inaugurando esta nueva residencia, y a la vez, están a un día de que inicie este nuevo servicio.
“Hoy queremos traspasar todas las acciones que durante estos cuatro años se han realizado en resguardo a la niñez, favoreciendo así el desarrollo de una mejor atención para quienes más lo necesitan”, agregó.
Principales desafíos
En cuanto a cuáles son los desafíos que se presentan con este nuevo servicio, Castro indicó que tiene que ver con que “todos los que trabajen en Mejor Niñez tengan las capacitaciones pertinentes para que puedan de verdad hacerse cargo de las vulneraciones de los niños que aquí estás”.
“Ese es el principal desafío: atraer a los mejores, a los perfiles especializados, pero junto con ello, encargarnos permanentemente de su capacitación”, destacó.
Otro de los desafíos importantes, sostuvo, es la fiscalización y supervisión. ”En este servicio contaremos con persona que solo hacen la función de fiscalizar, algo que hoy día no ocurre, y por lo tanto tendrán la función y la misión no solo de fiscalizar por programa, sino también de tomar decisiones cada vez que este ocurriendo algo en un centro, o en un programa, que no debería esta ocurriendo o que no está cuidando a los niños como se debe”.
En cuanto a los recursos, agregó, en este nuevo sistema “hay más”, pero que “es importante señalar, tal como lo han dicho las personas que son especializadas en protección: aquí se requiere mayor gestión, mayor calidad y mayor estándares”.
Sobre si este nuevo servicio significará que se crearán más centros o se seguirán utilizando los que están, Castro indicó que a su parecer los centros masivos deben terminar y reconvertirse en espacios más pequeños.
“Creo que es importante terminar con estos espacios masivos, y eso significa que un espacio masivo se convierte en varios centros de Residencias Familiares como este, que son de administración directa, y en todos los demás en los que administran organismos colaboradores, se tenderá siempre a que haya un aspecto familiar que permita que cada niño que es vulnerado y que el juez determina que viva en una residencia, lo haga en un contexto familiar. Eso es lo que debemos permitir y lo que debemos garantizar”, concluyó.
Sobre la nueva Residencia Familiar de Macul
Esta nueva residencia femenina cuenta con una capacidad para albergar un máximo de 15 adolescentes de entre 14 y 18 años (en algunas excepciones, como en el caso de hermanas, se podrá aceptar a niñas de 12 y 13 años), provenientes del Cread Pudahuel.
Al igual que las diversas residencias familiares que el Sename ha ido habilitando en distintas regiones del país desde 2019, la de Macul contará con espacios acogedores y emocionalmente seguros, donde las adolescentes puedan desenvolverse libre y positivamente, integrarse en la comunidad y recibir atención de personal especializado para sus procesos de intervención.
Para fines de 2021, serán 29 las residencias familiares en funcionamiento y ocho los Cread cerrados a lo largo de todo Chile, terminando así con este modelo masivo e impersonal.