La abogada de la esperanza

Ella es la mayor esperanza de Fernando Candia, Felipe Osiadacz y sus familiares. Venkateswari Alagendra, conocida como Rohini en su entorno cercano, está al mando de la defensa de los chilenos acusados de asesinato en Malasia. Amable y sonriente en la cercanía, su semblante se transforma cuando interroga a los testigos en las audiencias: seria, implacable, no duda en levantar la voz si considera que los declarantes no están contestando a sus interrogantes. "Eso es una opinión, ¡responda a lo que le he preguntado!" es una exclamación habitual que hace temblar hasta al testigo más impávido.

Esta dureza dialéctica es la que le ha permitido ir mostrando ante el juez todos los errores procedimentales por parte de los agentes de policía o el paramédico de la ambulancia, con quien fue especialmente severa, al considerar que no hizo todo lo que debía por salvar la vida de la víctima. Su estrategia busca demostrar que Fernando y Felipe se defendieron de un ataque, además de sentar dudas razonables sobre las comparecencias de los testigos y señalar todos los errores de protocolo que probarían que la muerte de la víctima se podía evitar.

"Fuimos uno de los despachos a los que contactó la Embajada de Chile para conocer a sus familiares", cuenta la abogada. Este encuentro se produjo gracias a un ciudadano chileno, jubilado, que reside en Malasia desde hace 20 años. La Embajada de Chile le contactó por sus numerosas conexiones en Kuala Lumpur y él nombró este bufete, ya que es amigo de una de las abogadas del equipo con quien comparte una pasión por el polo. Aunque los familiares visitaron otros despachos, optaron por Alagendra.

El caso de Felipe y Fernando no es el primero en el que defiende a extranjeros en Malasia: "La mayoría de mis defendidos foráneos se enfrentaban a pena de muerte, con casos de tráfico de drogas y asesinato. Todos terminaron liberándose de esa pena", explica Rohini. "También he representado a muchos extranjeros en casos civiles y comerciales". Fueron Nicole, hermana de Felipe, y Francisco, hermano de Fernando, quienes eligieron este bufete para defender a los acusados. Aceptar el caso para las abogadas fue una decisión sencilla: "Después de revisar las pruebas, éramos de la opinión de que Felipe y Fernando tenían una buena defensa para el cargo de asesinato que se les imputa", cuenta Rohini.

La letrada ha contado en reiteradas ocasiones cómo la relación entre las familias y el despacho ha sido "de respeto y entendimiento mutuos". "Las familias están muy preocupadas, como es natural, y hemos pasado mucho tiempo juntos aparte de las consultas como abogadas defensoras, tratando sus preocupaciones y atendiendo todas sus inquietudes". Puan Sri N. Saraswathy Devi, la madre de Rohini, incluso ha invitado a los familiares a su casa a almorzar junto con personal de la Embajada de Chile en Malasia. Esta atención es visible en cada audiencia, cuando habla con ellos antes y después de cada visita informándoles de todo el proceso e, incluso, cuando habitualmente se gira a mirarlos con complicidad durante los interrogatorios a los testigos.

"Quizá el mayor desafío en el caso de Fernando y Felipe haya sido explicar a los familiares el sistema legal de Malasia y el proceso del juicio, incluyendo la divulgación limitada que se recibe en casos penales en comparación con otras jurisdicciones".

Venkateswari Alagendra creció entre India e Inglaterra y volvió a Malasia para estudiar secundaria en el Garden International School, uno de los colegios más antiguos y prestigiosos del país. Se licenció en Derecho en la Universidad de Londres y consiguió su Máster en Leyes en la Universidad de Malaya. También cursó un Diploma sobre la Ley Sharia en Universidad Islámica Internacional al comienzo de su carrera profesional. De etnia india, afirma que tuvo que aprender el idioma local, bahasa melayu, tras cursar todos sus estudios en inglés. "Malasia es donde quiero servir como abogada y donde quiero vivir. Mi idea de practicar la abogacía nace siguiendo los pasos de mi madre", cuenta.

Aunque prioriza su práctica legal en ese país, también ha sido designada para trabajar en casos internacionales, en los que trabaja con su hermana menor, Shyamala Alagendra. "Compartimos una energía similar y una pasión por la práctica de la abogacía, lo que nos hace un equipo formidable". Desde 2009 ha servido como co-consejera en varios equipos internacionales liderados por Karim Khan, un abogado británico especialista en derecho penal y derecho internacional humanitario que ostenta el cargo de consejero de la reina. Así, ha defendido al embajador Francis Muthaura (presidente del Servicio Público en Kenia); a William Ruto (ex presidente de Kenia); Fatmir Limaj (ex primer ministro de Kosovo) y Karma Khayat, con la cadena de televisión libanesa Al-Jadeed, en el primer caso que una empresa fue imputada ante una Corte Penal Internacional.

"He disfrutado trabajando en estos casos internacionales y encontrándome en algunos con la interacción entre la ley y la política", afirma la abogada. "La defensa internacional es desafiante: estos son casos extremadamente grandes con miles de páginas de pruebas y, aparte de los hechos del caso, una tiene que familiarizarse con los factores culturales, históricos y políticos de las situaciones. En estos casos, hay mucho en juego, no solo para el cliente individual y su familia, sino para todo un país. He trabajado con reconocidos abogados internacionales, lo que ha sido un privilegio".

En 2018, fue elegida parte del Comité Asesor de Normas Profesionales y del Comité de Membresía del Colegio de Abogados de la Corte Penal Internacional (CPI). El primero brinda asesoramiento y orientación a los miembros sobre el Código de conducta para abogados y ofrece opiniones cuando se solicitan; mientras que la responsabilidad principal del Comité de membresía es revisar y decidir sobre las solicitudes de adhesión a este organismo.