Una intensa agenda tendrá en 2019 la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt. Entre los temas a los que dará más prioridad, se encuentran la nueva etapa de la ley que elimina las bolsas plásticas de los comercios, y sobre todo, el plan de descontaminación de las zonas de Quintero y Puchuncaví.
El próximo 3 de febrero comienza a regir una nueva etapa de la ley que elimina completamente la entrega de bolsas de plástico en el retail y los supermercados. ¿Qué evaluación hace hasta ahora de esta política?
Es sorprendente. Si bien esta es una política pública que puede incomodar a la ciudadanía, obtuvo la más alta valoración de esa misma ciudadanía: 81,4% la consideró la mejor política pública del año. Además, la propia gente se adelantó al cumplimiento de la ley. Tenemos un estudio en el que ya 80% de los chilenos declara llevar su propia bolsa reutilizable para realizar sus compras. Eso da cuenta de cómo la ciudadanía quiere participar. Esta ley brindó una herramienta muy potente para facilitar eso.
¿Y qué sigue en este plano?
Siguen muchas cosas, así que señores plásticos, prepárense. La contaminación por el plástico nos afecta muchísimo, porque es uno de los principales contaminantes de los océanos. Solo en cuanto a bolsas plásticas estábamos hablando de más de 1.400 millones de toneladas al año, que estábamos lanzando en nuestro océano. Y ahora los humanos nos estamos comiendo el plástico. Tenemos que tomar medidas urgentes al respecto, y los plásticos de un solo uso son elementos tremendamente dañinos y que utilizamos sin darnos cuenta en cantidades gigantescas. Es lo que ocurre con la cantidad de bombillas de plástico, por lo que iniciamos una campaña para evitar su uso o sustituirlas por elementos reciclables.
¿Se vienen cambios en materia de ley?
Tenemos que hacer el reglamento de envases y embalajes de la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), y uno de los principales componentes de esos envases y embalajes es el plástico. Por lo tanto, allí las metas de recolección y valorización que se van a establecer para el plástico van a ser muy importantes y estamos con unas alternativas que vamos a seguir muy fuertemente.
¿Cuánto va a cambiar la vida de las personas que residen en Puchuncaví y Quintero una vez que empiece a regir el nuevo plan de descontaminación?
Se trata de una norma que tiene estándares altísimos de exigencia, tanto para las empresas que están presentes en la zona, con una cantidad de medidas de fiscalización, de contención de graneles, normativas de calderas, de metas específicas que se pueden conseguir. Y, al mismo tiempo, haber tomado todo el control de los mecanismos de monitoreo de la zona, que estaban en manos de las empresas. Esto marcará un cambio radical en la manera en que enfrentamos el cuidado del medio ambiente con esta normativa, que permite dar un salto que no hubiera sido posible antes de una crisis como la que sucedió. Esto nos eleva los estándares a lo largo de todo Chile. La norma horaria de dióxido de azufre, que se envió a Contraloría, no aplica solamente para la zona de Quintero y Puchuncaví, sino que es de alcance nacional. Todo el territorio nacional va a estar cubierto con esta norma horaria, que tiene estándares de la Unión Europea. Todas las zonas que tienen una alta concentración industrial y que son zonas de sensibles y de riesgo, como por ejemplo tenemos la zona de Huasco y la de Coronel, que también tienen una alta concentración industrial, todos esos sistemas de monitoreo que actualmente están en manos de las empresas también pasan a control directo del Estado.