Mientras las Fuerzas Armadas se encuentran en La Araucanía realizando labores preventivas, en medio del estado de excepción constitucional a raíz de los diversos atentados en la zona, y a dos años de que debieran salir a custodiar las calles en la etapa más cruda de la crisis social, el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, realizó una visita oficial para reunirse con el Ejército de Estados Unidos.
Si bien una parte importante de las actividades -llevadas a cabo entre el 11 y 15 de octubre- tuvo relación con revisar el estado y los avances de los acuerdos entre ambas instituciones, el uniformado realizó movimientos en su agenda para reunirse con dos personeros ligados al área de los Derechos Humanos Internacional: el académico chileno Claudio Grossman y el director de Human Right Watch, José Miguel Vivanco.
La primera de estas citas se realizó con Grossman, quien es profesor y decano emérito de la American University, ubicada en Washington DC, y posee el cargo de “Raymond Geralson Scholar” de Derecho Internacional y Humanitario. En la reunión, indicaron conocedores del encuentro, se abordó cómo la función militar puede evolucionar en concordancia al Derecho Internacional. Grossman fue, además, el agente chileno que representó al país en el litigio internacional con Bolivia ante La Haya.
La segunda actividad de esta naturaleza se llevó a cabo junto a José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Right Watch. El objetivo de la reunión fue analizar cómo el Ejército puede avanzar en materia de Derechos Internacional de Derechos Humanos dentro de sus funciones. HRW realizó un crítico informe sobre la situación de Chile en las semanas posteriores al estallido social de octubre de 2019, asegurando que existieron graves violaciones a los derechos humanos. Por esto, recomendó realizar una reforma a Carabineros.
Cercanos a la autoridad castrense indican que estas reuniones no fueron producto del azar. Martínez buscó estos acercamientos como una forma de validar su gestión y explicitar que bajo su mando no se han registrado situaciones que puedan considerarse contrarias a los derechos humanos.