Según se contabilizó en el primer catastro realizado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), las comunidades mapuches hoy reclaman 66 predios forestales de La Araucanía, que corresponderían a casi 30 mil hectáreas. Es por lo anterior que el miércoles de esta semana se llevará a cabo la tercera reunión de las forestales junto con la Conadi, en la que seguirán discutiendo sobre el traspaso de tierras en La Araucanía, luego de que decidieran sentarse a la mesa para encontrar alguna solución que permita erradicar el conflicto en la zona.

"Valoramos esta mesa de conversación. Allí nos hemos enfocado en el tema de tierras, aceptando con respeto la diversidad de posiciones (...), enfocados en encontrar caminos concretos para avanzar en una agenda que nos permita a todos un desarrollo armónico y una fértil convivencia", dijo el presidente de Corma, Juan José Ugarte. Agregó que "esta mesa viene a complementar esta acción de relacionamiento permanente, donde no se restringe únicamente a un tema de tierras, sino que abarca todas las dimensiones que la Comisión Vargas relevó".

La apertura al diálogo de las forestales generó una serie de reacciones en La Araucanía. "Es una buena noticia. Deben hacer abandono de las tierras y nosotros tomar posesión; esa ha sido la demanda de nuestro pueblo", dijo Jorge Huenchullán, werkén (vocero) de la comunidad Temucuicui.

El dirigente añadió, además, que "necesitamos los predios, nosotros podemos producir".

Por su parte, Manuel Painequeo, alcalde de Lumaco e integrante de la Asociación de Municipios con Alcaldes Mapuches, dijo que la iniciativa "es un buen gesto". Sin embargo, "no va a bajar la tensión que hemos tenido después de la muerte de Camilo Catrillanca". Además, se refirió a la posibilidad de que no exista acuerdo entre las partes: "Es de esperar que no les pongan 'precio de oro' a los terrenos, porque después la Conadi va a decir que no tiene los recursos".

En tanto, René Muñoz Cox, gerente zona sur de la Asociación de Contratistas Forestales, indicó que "es una muy mala señal lo que está ocurriendo hoy día con los empresarios forestales. Ellos negocian la posibilidad de vender algunos predios y nosotros seguimos sometidos a la violencia rural. Creemos que los empresarios debieran ser más solidarios y empáticos con los contratistas forestales, que somos los que hacemos la pega para ellos".