"Santo Padre, me animé a escribirle esta carta porque estoy cansado de pelear, llorar y sufrir". Así comienza una carta fechada el 3 de marzo de 2015 y cuyo remitente es Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes de los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
El destinatario era el Papa Francisco, que por esos días recibía críticas tras designar a Juan Barros, uno de los sacerdotes cercanos a Karadima, como obispo de Osorno.
El motivo de la carta -y de su envío directo al Pontífice-, según explica Cruz en el mismo texto, era que exactamente un mes antes había enviado una misiva al nuncio apostólico en Chile, Ivo Scapolo, en que hacía denuncias contra Barros de sus años junto a Karadima.
"En enero se conoció la designación de Juan Barros Madrid como obispo de Osorno. Santo Padre, para mí y muchísima gente fue un verdadero shock que se hiciese ese nombramiento. Sabiendo todo lo que se sabe. Inmediatamente escribí una denuncia formal al nuncio Ivo Scapolo, a quien hemos tratado de ver y jamás ha tenido la cortesía de recibirnos", asegura Cruz.
"Santo Padre, una cosa es el tremendo dolor y angustia del abuso tanto sexual como psicológico al que fuimos sometidos, pero quizá hasta peor es el terrible maltrato que hemos recibido de nuestros pastores", dice Cruz en la carta, para luego cuestionar la conducta tanto de Barros como de los actuales obispos Andrés Arteaga, Tomislav Koljatic y Horacio Valenzuela. "Ellos estaban cerca y a veces parados a nuestro lado cuando Karadima nos abusaba. Incluso, Santo Padre, ellos eran tocados en forma muy inapropiada por Karadima", afirma, para luego transcribir de forma íntegra la carta enviada al nuncio Scapolo donde hacía estas denuncias.
Luego de eso, Cruz continúa planteándole al Papa Francisco su mirada sobre la situación de los sacerdotes chilenos, a los que critica por la actitud ante las denuncias de abusos sexuales. "Su 'tolerancia cero contra el abuso' no se aplica en Chile. No es necesario que me detenga acá, puesto que es cosa de ver lo que ha pasado en el país en este tema (...) El sentimiento general de muchos chilenos es que ellos se protegen entre ellos e ignoran cualquier llamada de auxilio o de reparación", plantea.
Finalmente, cierra la carta con un pedido concreto al Pontífice: "Por favor ayúdenos. Quiero desesperadamente creer en usted y mantener mi fe. Todo lo que ha pasado en los últimos años y en los últimos días me dice lo contrario", señala.
Según la versión de Cruz y otros testimonios, dicha carta habría sido entregada en abril de 2015 al cardenal estadounidense Sean O'Malley, el máximo asesor de Francisco en la lucha contra los abusos. Los mismos testimonios aseguran que O'Malley les señaló posteriormente a Cruz y a miembros de la comisión contra los abusos constituida por el Vaticano que había hecho llegar la carta al Papa.