El principal circuito turístico de Lota, llamado “Lota Sorprendente”, está atravesando una de sus crisis más profundas. Y es que ante la suspensión del turismo en el país por la presencia del coronavirus y la contingencia que se arrastraba desde de la crisis social iniciada el 18 de octubre de 2019, la corporación Baldomero Lillo a cargo del parque Isidora Cousiño, la Mina Chiflón del Diablo y el museo de la familia Cousiño, se declaró en quiebra ante la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
Debido a esto, y con el objetivo de proteger a los 30 funcionarios que aún trabajan en el lugar y asegurar el resguardo del patrimonio, el alcalde de Lota, Mauricio Velásquez, presentó un recurso de protección el cual fue acogido por los tribunales.
“La idea es poder dar tranquilidad a los trabajadores que aún se encuentran en el sistema de seguridad y mantención, el cual fue acogido y esperamos que en un plazo de 10 días deberíamos tener respuesta de parte de la corporación, así como de la Corfo, respecto a la consulta que les hice. Esto, en cuanto a la protección de los trabajadores y en qué condiciones nos van a devolver el patrimonio”, indicó el edil.
El jefe comunal manifestó su disconformidad con la administración del recinto, ya que “nunca hubo disposición, como por ejemplo, para que los estudiantes pudieran tener algún tipo convenio para rebajas en la entrada. Incluso, para el Día del Patrimonio cerraban las puertas del circuito. En su pasar como administradores lo hicieron pésimo y por los antecedentes que han entregado los propios trabajadores y la comunidad, podemos apreciar que el patrimonio se ha ido deteriorando”.
“Lota Sorprendente” es un circuito turístico que, en temporada alta (que se contabiliza a partir de septiembre) recibe cerca de 2 mil turistas al día para visitar el patrimonio del parque de Isidora Cousiño, el museo histórico y la famosa mina Chiflón del Diablo.
Al cuidado y resguardo del patrimonio minero quedan 30 trabajadores, de los 80 con que alguna vez contó la corporación. “Está bastante complicada la situación, más en esta comuna donde la cesantía es alta. A nosotros nos aseguraron sueldos hasta junio, pero no fue así y hay trabajadores que llevan dos meses sin pagos”, señaló Gastón Ramírez, presidente del sindicato de trabajadores.
Huelga, paros y pandemias
La razones que entregó la Corporación Baldomero Lillo, a través de su abogado, Lautaro Benítez, se debe a una serie de hechos que se agudizaron con la pandemia por el Covid-19.
Según el presentante legal, la corporación expuso esta situación ante el tribunal competente y pidió que se le designe un liquidador para atender con sus bienes al pago de las obligaciones que tiene pendientes con proveedores y trabajadores.
“El 2019 hubo un paro de profesores que duró cerca de dos meses. Los colegios y las visitas guiadas de estudiantes son una fuente importante de los ingresos y eso no se tuvo durante junio y julio de la año pasado, y si a eso le sumas la huelga de los trabajadores por más de un mes en febrero y marzo, que paralizaron las actividades del circuito, y ahora se sumó la pandemia generando un descalabro y no hay bolsillo que aguante”.
Lautaro Benítez, abogado de Corporación Baldomero Lillo
Nueva administración
Macarena Vera, directora del Corfo Biobío, explicó que están a la espera de que sea aceptada la solicitud de liquidación. Con esto, se buscará un nuevo administrador para “mantener un circuito como lo es ‘Lota Sorprendente’, tiene grandes costos. Se trata de grandes terrenos, donde están las minas y el parque, y una vez que los tribunales acepten la resolución, Corfo se hará cargo y bajo ningún punto de vista esto quedara botado o se cerrará. Nuestra responsabilidad es cuidarlo y dejarlo en la administración de una nueva empresa, la que tenga buenas relaciones con la comunidad y el mantenimiento del circuito”.
Obras paralizadas
La crisis en Lota también alcanza a las artes escénicas. El emblemático y renovado exteatro Enacar de Lota aún no ha sido inaugurado, que debido a que la empresa a cargo de la remodelación dejó las obras, las que quedaron con cerca de un 95% de avance.
El proyecto de recuperación comenzó en enero del 2018 con una inversión de $ 2.400 millones y la entrega debió ser en septiembre del 2019. Sin embargo, la empresa manifestó diferencias con el contrato y se encontraron con algunas deficiencias en el diseño, lo que generó algunas filtraciones de agua en la techumbre y desprendimiento de la pintura en las paredes, por lo que dejó el proyecto.
El alcalde, Mauricio Velásquez, indicó que “la empresa se fue y le estamos exigiendo a la Dirección de Arquitectura que la Seremi de Obras Públicas se haga responsable. Afortunadamente, hemos tenido buena recepción por parte del intendente Sergio Giacamán, quien garantizó las gestiones de los recursos a través de la Subdere, que son cerca de $ 400 millones para terminar la obra del emblemático teatro de Lota Alto”.