La desaparición de Narumi Kurosaki, una japonesa supuestamente asesinada por el chileno Nicolás Zepeda, conmovió a Japón y supuso años de disputas legales con Chile. A continuación, un repaso a este caso que se juzga en Francia.

2015: Japón

Zepeda, afirmó en una declaración a la PDI que conoció a Narumi Kurosaki por una fiesta de la organización para la interacción de japoneses y extranjeros llamada TISA, para la que Zepeda prestaba servicios como DJ. El chileno, entonces cursaba estudios en la Universidad de Chile y participó de un intercambio estudiantil desde abril de 2014 a abril de 2015, en la Universidad de Tsukuba, Japón, donde estudiaba también la joven.

“El término de la relación estuvo ligado a un desgaste de la relación dada la distancia. Habíamos vivido durante el 2015 un distanciamiento y relación a distancia dado que volví a Chile a terminar mis estudios, y el intercambio de Narumi en Francia catapultó situaciones incómodas para los dos que terminaron por agotar los recursos para mantener una relación”, afirmó Zepeda en su declaración.

2016: Francia

Zepeda viaja el 28 de noviembre a Europa y a los días se encuentra con Narumi Kurosaki, que estudiaba francés y vivía en una residencia del campus de la Universidad de Besançon. Ella tenía entonces 21 años, en diciembre de 2016. La última que vez que se la ve es cenando con él en el restaurante “La Table de Gustave”, 25 kilómetros al sur de Besanzón, la tarde del 4 de diciembre. De madrugada, los compañeros de la residencia de estudiantes escuchan gritos y golpes procedentes de la zona de su habitación.

Su desaparición no se denuncia hasta varios días después. Durante ese tiempo, su exnovio, que en septiembre de ese año la había amenazado en un video publicado en internet y retirado posteriormente, regresa a Chile.

Zepeda admite haber ido a su habitación para mantener sexo, que describe como consentido.

El cuerpo de Kurosaki nunca apareció, a pesar de las intensas búsquedas, incluso en bosques cercanos.

Fósforo, líquido inflamable

Los fiscales dicen que Kurosaki inició una nueva relación en Francia, un hecho que “claramente exasperó” a Zepeda.

El ministerio público cree que la mató en un ataque de celos. En el video le había dado un ultimátum de dos semanas para que se plegara a sus condiciones, no especificadas. La investigación revela que se detuvo en un supermercado de camino a Besanzón a comprar sospechosos elementos. El jueves 1 de diciembre adquirió un bidón de cinco litros de un combustible para estufa marca Winflamm, un detergente con cloro y una caja de fósforos en un supermercado Carrefour.

Mensajes misteriosos

Cuando Zepeda devolvió su auto de alquiler tres días después de la desaparición de Kurosaki, el vehículo estaba “muy sucio”, con tierra en el lado del conductor y en el maletero, según un fiscal.

Durante varios días después de la desaparición, se siguieron enviando mensajes desde el celular de Kurosaki a sus amigos y familiares, incluidos mensajes en japonés.

Un amigo japonés de Zepeda dijo a la policía que le había pedido que tradujera frases al japonés, que luego aparecieron en uno de los mensajes enviados desde el celular de la joven desaparecida.

2017-2020: Chile

Poco después de la desaparición, Francia emitió una orden internacional de captura contra Zepeda, pero un magistrado chileno desestimó la orden de arresto en febrero de 2017.

El miércoles 17 de abril de 2019, la fiscal Tania Sánchez, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte interrogó a Zepeda en Santiago en presencia de investigadores franceses encabezados por el fiscal Etienne Manteaux.

El 2 de diciembre de 2019 la Cancillería chilena recibió la solicitud de extradición por parte del gobierno de Francia. La que fue acogida por el ministro instructor Jorge Dahm Oyarzún a principios de abril de 2020. Desde el 26 de junio de ese año se encontraba bajo arresto domiciliario total en su residencia en Viña del Mar, a la espera de que se concretara su extradición confirmada el 18 de mayo por la Corte Suprema.

En julio de 2020, fue extraditado a Francia para ser interrogado sobre el caso. El 24 de julio de 2020 fue puesto en prisión preventiva.

La entrega se retrasó por la pandemia de coronavirus y el consiguiente cierre de fronteras.

En marzo de 2020 se conoce en Chile el contenido de cartas que escribieron la madre de la joven víctima Taeko Kurosaki y sus dos hijas menores, Honami y Kurumi, agrupadas bajo el título “Los sentimientos de la familia” que fueron enviadas a la Embajada de Japón en Chile. El cónsul Daisuke Nakatani derivó la misiva al Ministerio Público.

La madre cuenta que perdió su trabajo y ambas hermanas revelan que han tenido grandes dificultades para proseguir sus estudios. Todas aseguran que solo han seguido adelante con la esperanza de algún día puedan saber exactamente qué ocurrió con Narumi.

2022: el juicio

Foto: AFP.

En febrero de 2021, un juez francés ordenó que Zepeda sea juzgado por asesinato, en un proceso que comenzó este martes. El chileno se enfrenta a la cadena perpetua.

Según la acusación, varios elementos “establecen la implicación” del chileno en la desaparición de Kurosaki.

“Quiero claramente decir que yo no maté a Narumi, yo niego con toda mi fuerza los cargos que se me reprochan”, declaró el chileno de 31 años ante el juez francés, frente al cual agradeció “la oportunidad de responder a una acusación monstruosa”.

Zepeda permanecía encarcelado en régimen de aislamiento por la repercusión mediática del caso. Está defendido por Jacqueline Laffont, que fue la abogada del expresidente francés Nicolas Sarkozy.

“Hace cinco años que Narumi despareció y desde entonces ha sido una pesadilla”, declaró el acusado con voz un tanto trémula. “Tengo presente a Narumi en mis pensamientos, la inmensa pena de su familia, de su mamá”, agregó.

Durante su comparecencia, la madre y la hermana de la víctima, Taeko y Kurumi Kurosaki, escuchaban atentas, observando fijamente a Zepeda, cuya mirada habían evitado hasta entonces.

Por la tarde, los padres del procesado, Humberto Zepeda y Ana Luz Contreras, llegados desde Santiago de Chile, describieron a su hijo como un muchacho “responsable” y “afectuoso”.

“Estoy acompañando a mi hijo para insistirles, él es inocente, él no hizo nada y aún menos a una persona que quería”, declaró conmovida Ana Luz Contreras.

Al final de la jornada, Zepeda pudo abrazar a sus padres, mientras Taeko y Kurimi Kurosaki, al otro lado de la sala y visiblemente angustiadas, no lograban retener las lágrimas, abrazadas.

“Un lugar en mi historia”

Foto: AFP.

En la primera audiencia, Zepeda contestó a algunas preguntas del presidente del tribunal, Matthieu Husson, y sostuvo que el motivo de su viaje a Europa a fines de noviembre de 2016 era “aclarar mis ideas” porque “debía tomar la decisión de si empezaba a trabajar o de si seguía estudiando”, por lo que consideró “Europa como una opción”.

Según el chileno, el encuentro con su exnovia fue fortuito, aunque admitió que “tenía en mente, posiblemente, quizás”, verla”.

Según él, la ruptura de ambos, en otoño, fue “gradual”, algo que la acusación cuestiona. “Yo amaba a Narumi (...) y ella siempre tuvo y tendrá un lugar en mi historia”, afirmó.

En varias ocasiones, el chileno rebatió los argumentos aportados por la parte civil y el fiscal, tildándolos de “falsos”.

Zepeda “tiene la capacidad de alterar la realidad según su propia versión y de transformar los hechos”, señaló al final de la primera audiencia la abogada de la familia de la víctima, Sylvie Galley.

Nicolás Zepeda afirma que pasó la noche del 4 al 5 de diciembre y también el día 5 con su exnovia. La habría dejado, en buen estado de salud, el día 6 pasadas las 4 de la madrugada..

Pero, según la acusación, Zepeda no habría soportado que Kurosaki rompiera su relación y, por ello, viajó para verla por sorpresa. El chileno la habría asfixiado en su habitación del campus y luego se habría desecho del cuerpo en un bosque de la región. A continuación, habría enviado varios mensajes a los allegados de Kurosaki por redes sociales, haciéndose pasar por su víctima, para ganar tiempo antes de regresar a Chile. A causa de esos mensajes, según la acusación, su desaparición no fue denunciada hasta el día 13 del mismo mes.

“Ella me llamaría”

Este martes, al ser preguntado por qué no había contactado con su exnovia desde que la dejó en su cuarto, si no se había preocupado al no tener noticias suyas, Zepeda se limitó a contestar que “habíamos acordado que sería ella quien me llamaría”.

En la noche del 4 al 5 de diciembre, los estudiantes que se alojaban en la misma residencia universitaria en la que vivía Kurosaki escucharon unos “gritos de terror”, unos “estridentes gritos de mujer”, como si “estuvieran asesinando a alguien”. Pero nadie avisó a la policía.

El proceso, que empezó este martes, se prolongará hasta el 12 de abril, según el programa oficial.