"Querido equipo Mineduc". Así parte la carta que el exministro de Educación, Gerardo Varela, envió ayer a su equipo de trabajo en la secretaría de Estado. El abogado fue parte de las autoridades que dejaron sus cargos el jueves reciente, tras el cambio de gabinete realizado por el Presidente Sebastián Piñera. Y su puesto lo asumió Marcela Cubillos.
Aunque Varela ya se había despedido de sus asesores más cercanos, ayer decidió hacerlo por escrito, "más tranquilo", según dijo en la misiva a la cual accedió La Tercera. El extitular de Educación agradeció "el apoyo, la buena gestión y sobre todo la camaradería con que compartían sus responsabilidades. Más importante que la experiencia y el honor de haber sido ministro, me recordaré de ustedes, porque créanme teníamos algo especial".
Varela deslizó también algunas palabras a los cuestionamientos que sufrió por algunas de sus declaraciones. "Que mi experiencia les sirva, no hay atajos para el éxito en la vida. Antes de subir el Aconcagua hay que haber subido el San Cristóbal, caminado el Manquehue y escalado El Plomo; de lo contrario, la probabilidad de error por falta de experiencia se multiplica. Por eso, hice bien aquello en lo que tenía experiencia, como trabajar en equipo, administrar una organización y legislar en temas específicos; y fracasé en lo que no sabía, improvisar frente a la prensa, comunicando con sencillez y simpleza un mensaje para que no fuera mal interpretado".
Agregó que "muchos me reprocharon de no haberme defendido de tantos ataques. Ustedes saben que admiro a Winston Churchill y una de las muchas enseñanzas que aprendí leyéndolo fue esa que dice: nunca llegarás a tu destino si te detienes a tirarle piedras a todos los perros que te ladran. Sigan ese consejo, si me hubiera parado ante cada ataque, en cinco meses no habríamos hecho todo el buen trabajo que hicimos".
También destacó los cinco meses de gestión, donde aseguró que se lograron distintos proyectos, como que se aprobaran dos leyes, el presentar el nuevo currículum de tercero y cuarto medio, y la preparación de un nuevo sistema de financiamiento de la educación superior, entre otras cosas.
Antes de terminar su carta de despedida, le propuso a su exequipo continuar "luchando por la libertad de educación y sobre todo porque las políticas educacionales nazcan de la evidencia y experiencia, y no del prejuicio y la ideología".
Por último, tuvo palabras para la ministra entrante, a quien definió por su "inteligencia, sencillez y humanidad; ayúdenla con lo que ustedes saben y déjense guiar por lo que ella sabe".