Fueron más de 60 organizaciones, agrupadas en la Coordinadora Feministas en la Lucha, las que hoy marcharon para promover el aborto libre, convocando a casi ocho mil personas en Santiago, según cifras preliminares de Carabineros.

Logró mayor notoriedad, pero esta no fue la primera movilización. Todo partió hace cinco años, cuando una niña de 11 años, embarazada de 14 semanas tras las reiteradas violaciones de su padrastro, fue obligada a ser madre. En esa fecha, la norma que hace 10 meses despenalizó la interrupción del embarazo ante riesgo materno, inviabilidad fetal y violación, no estaba siquiera en agenda.

"Decidimos hacer una marcha porque no podía ser que siguieran violando niñas y se les obligara a ser madres", explica Angie Mendoza, trabajadora social y una de las fundadoras de Marcha Mundial de las Mujeres, organismo que integra la Coordinadora Feminista.

Esa primera marcha, en 2013, reunió, estiman, más de 12 mil personas. Y así, instauraron el 25 de julio como el día del aborto libre.

Cinco años después, y pese a los cambios en la legislación, las fundadoras del movimiento consideran que los avances no son suficientes: "Nuestro lema es que no bastan tres causales y no es porque desconozcamos los avances, sino porque nos parecen insuficientes", dice Paola Arroyo, vocera de la Coordinadora Feminista.

El lema del movimiento, que integran estudiantes, profesionales y sindicatos, es instaurar el aborto como un derecho, "libre, legal, seguro y gratuito", agrega Arroyo. Y para ello, dice, resta un trabajo social y de base para seguir avanzando, siguiendo el ejemplo de Argentina, donde resta una votación clave en el parlamento para despenalizar totalmente el aborto, hasta las 14 semanas de gestación, el próximo 8 de agosto.

"Este año seguiremos generando movilización y trabajando con otras organizaciones, no solo feministas e incluso mixtas. Queremos llevar el tema a mujeres migrantes, trabajadoras y sindicatos", dice Mendoza. Por ello, no buscan, en el corto plazo, instalar la discusión en el Congreso, al menos no mientras el origen de los proyectos sea solo parlamentario y no se haya socializado en las bases. Así, iniciar una discusión parlamentaria en 2019, les suena más factible.

Los colores del debate

Hoy, muchas asistentes llevaban en su cuello un pañuelo verde, ícono de las manifestaciones y el movimiento social que promovió el aborto libre en Argentina. Sin embargo, otro color ha comenzado a tomar preponderancia: el celeste, ícono del movimiento #La Ola Celeste, Salvemos Las Dos Vidas, que surgió en el país transandino para oponerse a la interrupción del embarazo y al que organizaciones y parlamentarios, como el senador José Manuel Ossandón (RN), se han sumado para hacer frente al incipiente debate.

En este, además, están los grupos Testimonios por la vida, que trabaja con mujeres con embarazos vulnerables, violencia y/o que han abortado; el Movimiento de Mujeres Reivindica, grupo feminista que impulsa proyectos que protejan a la mujer y la maternidad y Siempre Por la Vida, iniciativa juvenil antiaborto.

Constanza Saavedra, médico y fundadora de Testimonios por la Vida, explica que "el movimiento de los pañuelos verdes busca lograr el aborto libre, basándose en la autonomía de la mujer, pero deshumanizando o invisibilizando al hijo. Este es un abordaje superficial que no va a la problemática de fondo".

Asimismo, añadió que "como ola celeste, lo que buscamos es crear conciencia social de apoyo a las dos vidas. No solo decir no al aborto, sino que promover políticas públicas que sean ayudas concretas para la maternidad, la mujer, los niños y para que, efectivamente, no estén solos".

Por ahora, han programado una manifestación para el próximo 30 de julio frente a la Embajada de Argentina e impulsar proyectos de ley con parlamentarios que incluyan medidas para la protección de las mujeres y sus hijos, agregó Saavedra.

Verónica Hoffman, directora ejecutiva de la Fundación Chile Unido que apoya al movimiento, dijo que "lamentamos que se esté pensando en abrir un debate en torno al aborto libre y que además se estén presentando proyectos que bajo cualquier causal una mujer embarazada pudiera abortar".

Hoffman aludió al proyecto de ley anunciado por el senador PPD Guido Girardi, el que sería ingresado la próxima semana al Congreso, y que permitiría interrumpir el embarazo antes de las 14 semanas de gestación, a libre requerimiento de la mujer.

Dicha iniciativa, según Arroyo "no cuenta con el apoyo de la sociedad civil ni fue trabajado con las organizaciones".

La Moneda, en tanto, en la voz de la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Plá, indicó que el Parlamento es libre de discutir iniciativas y que "no hay temas vetados en Democracia". Sin embargo, planteó que "el gobierno de Sebastián Piñera ha tenido, tiene y va a tener una posición de defensa a la vida. Estos son temas que naturalmente debate la sociedad y que se están debatiendo hace décadas".