La historia de quienes destacaron en la PSU

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Ignacio Bascuñán.

El rol de los profesores, la constancia y el esfuerzo propio son las claves de quienes lograron puntajes nacionales en distintas áreas y que vienen del mundo público y técnico. Hoy, los más destacados de la RM fueron reconocidos en la U. Tecnológica Metropolitana, y se espera que el 4 de enero tengan el tradicional desayuno con el Presidente Piñera.


Ignacio Bascuñán, mejor promedio PSU. El joven que quiere llegar al espacio

"El área que más me interesa es la exploración espacial. Me gustaría resolver los problemas de los viajes en el espacio". Ese es el horizonte de Ignacio Bascuñán, el estudiante que fue puntaje nacional en Matemáticas y que, además, tuvo el mejor promedio PSU (entre las pruebas de Matemáticas y Lenguaje), con 834 puntos, con lo cual estudiará Ingeniería Física en la U. Católica.

Bascuñán egresó del Colegio Francisco de Asís (que tuvo 644,4 puntos promedio) y dice que se preparó gracias a esa institución y al Preuniversitario Pedro de Valdivia. Pero fueron dos profesores los que le hicieron poner los ojos en el espacio exterior.

"Me gusta Matemáticas, porque soy bien práctico, me gusta resolver acertijos. Pero mi profesora María Soledad me hizo ver otros temas, como la Teoría de la Relatividad", cuenta.

Además, dice que su profesor de Matemáticas, Álvaro Sánchez, se dedicó a enseñarle el ramo "no desde un punto de vista mecánico, sino que enfocado en el pensar, comprender e interpretar la matemática de forma propia".

¿Le gustaría ir al espacio? "Me interesaría mucho participar de una misión espacial", dice el estudiante, aunque sabe que en Chile es complicado. "Ese ámbito acá no está bien desarrollado, entonces es esencial irse a otro país" a ejercer, agrega el joven, quien tiene a Isaac Newton entre sus físicos favoritos.

Bascuñán ya tiene experiencia en viajes, pues en 2° medio fue de intercambio a Inglaterra, y con su familia ha visitado Europa y Estados Unidos.

Paulina Carrasco, la alumna con mejor ranking. La hija del mundo público

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Sin hacer preuniversitario, Paulina Carrasco obtuvo puntaje nacional en Matemática y distinción de mérito académico, al lograr 850 puntos en el ranking.

"Decidí aprovechar al máximo lo que me dieron en clases y entrené harto, hice tutorías y ejercicios con mis compañeros, y creo que fue lo mejor", dice la joven, egresada del Liceo Bicentenario de Talagante (que tuvo un promedio de 608,9 puntos).

Toda su enseñanza la hizo en planteles públicos, desde el jardín infantil, y destaca el esfuerzo de los Liceos Bicentenario. "Es impresentable que solo las personas de colegios privados puedan acceder a la educación superior. Pero también hay partes donde se hacen cosas bien, como con estos liceos. Soy hija de la educación pública", dice.

José Aravena, puntaje técnico-profesional. El valor del sector técnico

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La PSU mide principalmente contenidos científico-humanistas, por lo que el sector técnico-profesional siempre queda relegado. Pero no fue así para José Aravena, estudiante que sobresalió al obtener puntaje nacional en Matemáticas.

"Mi colegio nunca me preparó para la PSU, te preparan para el ámbito técnico-profesional", dice el joven, egresado del Colegio San Agustín de Melipilla (promedio de 451,3 puntos), y quien, de hecho, tuvo que pedir permiso en su práctica para ir hoy a la ceremonia de reconocimiento en la U. Tecnológica Metropolitana.

"Debería haber un cambio radical del Demre, porque ahora uno de cada 50 estudiantes TP entrar a una universidad", afirma Aravena.

Camila Benavides, máxima en lenguaje. La cercanía con los libros

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El caso de Camila Benavides es paradójico: si bien fue una de las dos personas en obtener puntaje nacional en Lenguaje, dice que ese no era su foco. De hecho, estudiará Ingeniería en Biotecnología.

"Para Lenguaje no me preparé nada", afirma. ¿Cómo lo logró? Dice que siempre le fue bien en el ramo y que tuvo "una buena educación en ese sentido, tanto en mi casa como en el colegio. La cercanía a los libros me sirvió"

La joven egresada del Colegio La Girouette (que tuvo 668,5 puntos promedio) cree que la dificultad de esta prueba es que no requiere de la memoria, "como en las otras pruebas, sobre todo en Ciencias o en Matemáticas. Pero en Lenguaje no pesa tanto la memoria".

Christian Miller, puntaje nacional en Historia. Rompiendo con la apatía

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"Me gusta mucho la historia. Hice preuniversitario y estuve en un colegio privado. Eso, junto a la constancia, creo que me ayudaron", dice Christian Miller, uno de los seis puntajes nacionales de Historia, que entrará a estudiar Derecho en la U. de Chile.

El egresado del Colegio Alemán Thomas Morus (que tuvo 644,4 puntos) cree que la baja cantidad de máximos destacados en este test se debe a los problemas de corrupción que involucran a los políticos.

"Esto va de la mano con que a la gente no le interesa la política. Si uno se interesa en la política, se interesará en la Historia. Pero como se generó una apatía por los casos de corrupción, hay un desinterés con el ramo", plantea.

Nicolás Lavados, joven destacado en ciencias. La chispa de una profesora

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Este año hubo dos puntajes nacionales de Ciencias y uno de ellos fue Nicolás Lavados, quien también es uno de los seis máximos destacados del Instituto Nacional (que tuvo 647,1 puntos promedio en la PSU).

En su caso, fue una docente la que lo incentivó a interesarse por la Química, que fue la prueba específica que él dio.

"Las Ciencias no se me dieron de forma fácil, pero una profesora en 2° medio logró encender la chispa", dice el joven, quien cuenta que incluso estuvo a punto de ser expulsado del Instituto por problemas internos.

Lavados afirma que "las pruebas optativas tienen una dificultad mayor, porque son tres asignaturas, lo que lo hace más complejo", lo que explica, a su juicio, la baja cantidad de destacados.

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