La oscura y triste noche de la Clínica Alemana

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La Clínica Alemana se encuentra en Vitacura y se querelló en el proceso.

En horas de la madrugada del 15 de febrero, dos recién nacidos fallecieron en el centro asistencial. Qué ocurrió es motivo de investigación penal. Dentro de este proceso están los relatos de las enfermeras, quienes vivieron en primera persona cómo se desencadenaron los hechos.


A mediados de febrero, dos niños prematuros fallecieron en la Clínica Alemana. La situación generó que se iniciara una investigación por parte del Ministerio Público y acusaciones cruzadas entre el centro asistencial y la empresa Red de Salud Ambulatoria Nacional (Redsana), firma que suministró el alimento parenteral a las víctimas.

Mientras la clínica asegura que los niños perecieron por una contaminación en el suplemento y la empresa niega estas imputaciones, existe un registro que da cuenta cómo ocurrieron los eventos esa noche. Se trata del relato que entregaron las enfermeras a la PDI. En estas declaraciones se puede reconstruir ese triste turno en la Clínica Alemana.

Adriana Toro: "En relación a la atención que tuvo F.N. (una de las víctimas), durante el turno del 14 de febrero de 2018, quiero señalar que en la recepción del mismo, al observar al paciente lo encontré estable y en buenas condiciones generales, de paciente prematuro de 28/29 semanas de gestación (...). Al efectuar el primer control a las 12.30 se encontraba en buenas condiciones, respondía a estímulos, rosado bien profundo, sin problemas respiratorios, con acceso central en buenas condiciones. Hago presente que entre las 14.00 y 15.00, aproximadamente, vinieron a visitarlo sus padres, oportunidad en la cual hablé con ambos, comentándoles el estado de salud del paciente (...). Luego de esto, F.N. permaneció en buenas condiciones durante la tarde y recibió alimentación en dos oportunidades, una correspondiente a la fórmula para prematuros y una dosis de lecha materna.

Posteriormente, en el control de las 18.30, estaba pasivo, incluso realicé una aspiración de secreción por vía oral y nasofaringe, oportunidad en la cual no tuvo reacción al procedimiento, situación anormal (...). Después, mientras terminaba unos procedimientos, escuché al doctor Nachar que pedía ayuda desde el box de F.N. Me dirigí de inmediato donde estaban, encontrando que el doctor utilizaba una bolsa de ventilación manual con el paciente, siendo asistido por la enfermera Paola Pérez. Al ingresar le dije que se podía retirar y que yo seguiría ayudando al doctor, entonces observé que F.N. había vomitado, estaba pálido, con fenómenos vasomotores acentuados y estaba rígido (...). Luego de despejar la cavidad, el doctor logró entubar al paciente y yo procedí a fijar el tubo, asegurando la vía aérea. Al verificar el procedimiento, el doctor se retiró para asistir a otro de los pacientes, el cual se encontraba descompensado (...).

En la entrega de turno, F.N. quedó a cargo de Misty Astete, a quien procedí a informarle lo ocurrido durante el día".

Misty Astete: "El 14 de febrero me correspondió el turno de noche (...). Al ingresar a la UTI me percaté de que había dos pacientes que se habían agravado (...). Hice ingreso al box donde permanecía internado el menor de nombre K.M. (el segundo menor fallecido), a quien estaban entubándolo, ya que estaba saturando, por lo que necesitaba un apoyo invasivo de suministro de oxígeno, procediendo a entubarlo. Luego de eso me lavé las manos y busqué a la enfermera que debía entregarme el turno, Adriana Toro, quien me indicó que F.N. se encontraba entubado, ya que de un momento a otro se había descompensado (...). Además, me mencionó que lo habían alimentado a través de una sonda gástrica, pero que le habían suspendido la misma, por la descompensación que padecía.

A las 21.00 se le controló con una radiografía, cuya función era ver si estaba bien entubado, por lo que le dije al doctor Nachar, quien se encontraba en el box de K.M., el que no la podía revisar dada las condiciones, ya que se encontraba en reanimación del menor. En ese instante me quedé apoyando en el box a la enfermera a cargo de ese paciente, quien correspondía a Solange Sagas, donde (a K.M.) se le realizaron todos los procedimientos llevados a cabo en una reanimación, específicamente la instalación de vía venosa, donde le administré bolos de suero fisiológico, administré bolos de plasma de igual forma, aspiré el tubo del paciente, administré adrenalina endovenosa y le tomé exámenes de sangre, falleciendo el paciente posteriormente.

Luego de esto, me lavé las manos y me dirigí al box de F.N., donde llegó el doctor Muñoz, quien me indicó que debía iniciar infusiones para mejorar la presión arterial, razón por la cual los preparamos y suministramos (...). Posteriormente, F.N. presenta un paro cardiorrespiratorio, a eso de las 23.30, por lo que se iniciaron las maniobras de reanimación.

F.N. se había recuperado del paro, por lo que entre las 23.30 y las 0.00 ingresaron los dos padres de él. Procediendo el doctor Nachar, les indicó que su hijo se encontraba en condición de riesgo vital. Luego de esto, F.N. estuvo acompañado por sus padres, siendo la madre la que luego de sanitizar sus manos y de vestir la indumentaria correspondiente, procedió a realizar contacto físico con el menor, los que luego tuvieron la intención de retirarse, pero según las indicaciones del personal, decidieron permanecer en el lugar, ya que su presencia no alteraba el normal funcionamiento del equipo médico y, si fuera así, se lo haríamos saber.

Luego me dirigí donde el menor Benicio (...). En ese instante me fijé a través del monitor que F.N., quien se encontraba en el box contiguo, comenzó a bajar sus signos vitales y la frecuencia cardíaca, por lo que decidimos retirar a los padres del paciente, los que se quedaron en el pasillo, frente al box, y con el equipo médico procedimos a realizarle una reanimación, ya que se encontraba en un segundo paro cardíaco (...). Más tarde, luego del monitoreo y procedimientos constantes, F.N. presentó un cuarto paro cardiorrespiratorio, procediendo a realizarle el mismo proceso de reanimación, además de tomarle exámenes de sangre, para ver cómo se encontraba la función respiratoria. Pasado un rato, la doctora Méndez decidió pasarles a los padres el menor, antes de que el monitor marcara el cese de la función cardíaca, decretándose momentos después su fallecimiento.

Debido a lo anterior, decidimos como equipo médico asistir a los padres, dejándolos solos un momento con el menor, otorgándoles el apoyo necesario".

Melany Miranda: "El día 16 de febrero de 2018 llegué y me enteré de que los lactantes K.M. y F.N., quienes se encontraban en la UCI, habían fallecido, desconociendo su causa de muerte".

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