Además de los vehículos particulares, los taxis colectivos son el único medio de transporte que circula por las calles de Coyhaique. Y, por ahora, así se mantendrá luego de que el Consejo Regional (CORE) de la región de Aysén rechazara por mayoría el proyecto que busca implementar una red de transporte público con buses eléctricos en la región.
La anterior es una iniciativa que lleva más de nueve años en tramitación y que busca dotar a Coyhaique -la única capital regional que no cuenta con transporte público en el país- de una flota de 37 buses eléctricos más un terminal operativo, a través de una inversión de $ 15.000 millones aportados por el Gobierno Regional y otros $ 25.000 millones desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT).
La decisión fue tomada el 25 de octubre, donde a través de una sesión plenaria, los consejeros Lilian Inostroza (UDI), Víctor Escobar (UDI), Omar Muñoz (UDI), María Loreta Villegas (Evópoli), Paola Rodríguez (RN), Raúl Rudolphi (RN), Marco Gillibrand (Evópoli) y Jorge Abello (DC) inclinaron la balanza para rechazar el proyecto, alegando falta de información y apuro en la ejecución de recursos para cumplir con el presupuesto del GORE. Por aprobar, en tanto, estuvo Paula Acuña (CS), Marisol Martínez (PS), Paulina Hernández (DC), Rocco Martiniello (DC), Sergio González (DC), y la gobernadora, Andrea Macías (PS). El consejero Felipe Klein (DC) se abstuvo.
“Con toda claridad la iniciativa es muy importante para la comunidad de Coyhaique (...) Siempre está la posibilidad de llegar a acuerdos como lo hacemos, pero con diálogo. Esto fue algo muy improvisado, el sistema de transportes público mayor de Coyhaique se viene trabajando desde hace nueve años, nunca se había planteado que sería la región quien financie, de hecho es un compromiso del plan de gobierno del Presidente Boric”, comenta a La Tercera el consejero Jorge Abello (DC).
Mientras que su par Omar Muñoz (UDI) acusa que “a la gobernadora sólo le interesa deshacerse del presupuesto regional para mejorar ejecución, a pesar de enarbolar el discurso de que no financiaría a los sectores”. Las críticas también apuntaron a la falta de información entregada al consejo, además de la falta de infraestructura de la ciudad para implementar este tipo de transporte denominado TransCoyhaique.
Por el contrario, el consejero Rocco Matiniello (DC) aseguró que “estos 37 buses eléctricos, que generan más de 100 empleos sólo para los conductores, que generan movimiento a las poblaciones, a los escolares, a los adultos mayores, hoy día lo vemos nulo porque hay un sector que dice ‘no, es que las calles están malas, que hay que cambiar los paraderos’. Pero si eso se puede hacer. Hay que tener confianza en nuestras autoridades”, recalca.
Tras la votación el proyecto se encuentra paralizado esperando la próxima sesión del 13 de noviembre. Mientras tanto, la gobernadora señala que se iniciará un nuevo proceso de participación ciudadana para habilitar el diálogo entre comunidades y llegar a un acuerdo, “aunque estos siempre han existido pero ahora deben profundizarse (...) Si esto se hubiese aprobado, se habría dado inicio en términos administrativos, procesos licitatorios. Los buses tienen que construirse, es algo que con mucha suerte a fines de 2025 estaría de lleno en ejercicio”.
Este martes 31 de octubre, la Unión Comunal de Juntas de Vecino de Coyhaique se manifestó en las afueras de la sede del Gobierno Regional de la ciudad con el fin de mostrar la molestia ante la votación, además de hacer un llamado a los consejeros a revaluar una necesidad que, sostienen, es transversal. Así lo evidenció su vocera, Verónica Legue: “Aysén es patio trasero y siempre ha sido así. Estos recursos de $ 25 mil millones que el MTT puso si no se ocupan durante este año se van a devolver y para que el gobierno central se acuerde de nuevo de la región tendremos que esperar 10 o 20 años más”.
Según las autoridades de transporte de la región, el proyecto vendría a impactar a toda la comunidad Coyhaique, lo que corresponde a cerca de 64 mil personas, equivalente al 60% de la población regional. A esa cifra se suman las personas que transitan desde Punta Arenas a la ciudad, al ser extensión de Zona Franca, quienes por lo general manejan dos o tres vehículos por familia.
La consejera por Convergencia Social, Paula Acuña, sostiene que se está a la espera de que la gobernadora hable con el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, para asegurar que el financiamiento del gobierno central sigue comprometido para Aysén, además de recalcar que la decisión de rechazo se trató de una cuestión “meramente partidista, con énfasis en lo electoral”.
“Espero que el sentido común impere en la discusión, es una necesidad real y muy sentida por la comunidad la no existencia de transporte público en la capital regional, además que iba a funcionar con energía sustentable, con tarifa diferenciada para las personas mayores, estudiantes. Con recorridos por poblaciones donde la locomoción colectiva no pasa, con horarios desde las 6 a.m. hasta las 12 de la noche y por sectores rurales como Villa Frei, Valle Simpson y Sector el Claro. Desde el día del rechazo y de forma transversal la comunidad regional manifestó su desilusión”, cierra.