Sin la sonrisa que le achicaba el mentón. Sin sus paletas grandes, asomadas, ni su margarita marcada en la mejilla derecha. Sin sus pupilas negras, brillantes. Sin vida. Sin compañía, sin nadie. Así fue encontrado. Tenía tres años y se llamaba Tomás Bravo.
Durante la mañana del 18 de febrero, en Lebu, Región del Biobío, se comenzó a hablar de su desaparición. Tomás alcanzó a estar extraviado por nueve días en el campo profundo de la provincia de Arauco.
A las 2.00 de ese día su familia denunció a la PDI que desde la noche anterior, el 17 de febrero, Tomás se encontraba desaparecido. Había acompañado a su tío abuelo a escuchar el partido de Colo Colo contra la Universidad de Concepción, y luego salieron de la casa para acarrear vacas.
“Salí con él a buscar los terneros y las vacas, y en eso recorrimos el campo entre los dos, yo con él, de la manito. Y después me tocó echar las vacas para acá y lo dejé a él parado en una parte; y en esa parte yo me metí para abajo y después cuando volví, no lo encontré. Lo busqué, lo grité altiro, lo llamé y no me contestó (...). A lo mejor salió fuera, no sé. Yo me vine altiro hacia la carretera y él no estaba. Él se vino a la carretera y alguien lo tomó, no sé”, detalló a Mega el 19 de febrero Jorge Escobar Escobar, su tío abuelo.
La zona del extravío se situó en el sector Caripilun, en la Ruta P-40 del sector puente El Molino de Arauco, en la comuna de Arauco. Conocidos los hechos, Lebu entero se volcó a la búsqueda del menor, día y noche. La Fiscalía Regional del Biobío lo mismo, la PDI, Bomberos, Carabineros y más de un centenar de voluntarios que diariamente barrieron la zona en la búsqueda del pequeño.
Mientras, la PDI avanzaba en las pesquisas, interrogando a su núcleo familiar y testigos, como también interviniendo las comunicaciones de las personas que estuvieron las últimas horas con él. Satélites de la Fuerza Aérea de Chile, incluso, se incorporaron a la búsqueda.
La Brigada de Homicidios de la PDI se organizó en cuadrillas para repartirse ocho kilómetros a la redonda, desde el lugar donde había desaparecido Tomás. Pasaban los días y los investigadores cumplieron una semana buscando, sin descanso. Pero también sin rastros del niño.
En las últimas horas, los detectives y el fiscal del caso, José Ortiz, decidieron ampliar el radio de las pesquisas, integrando más cuadrantes de rastreo. Así, en la mañana de este viernes la policía civil dio la orden de periciar el “cuadrante 24”, ubicado a tres kilómetros del campo donde el niño fue visto por última vez.
Cerca del mediodía, un grupo de detectives ingresó a un fundo de propiedad privada que entregaba algunas pistas: rastros de sangre y tierra removida en un lugar lleno de pastizales. Había una zanja que desembocaba en el río Raqui. Los funcionarios de la PDI rastrearon, buscaron entre los pastos, hasta que lo encontraron.
El cuerpo del niño estaba vestido con las mismas ropas con las que se había reportado desaparecido: un polerón naranjo con cierre, polera rosada, pantalón de polar azul y zapatillas celestes con logo azul.
“En principio habría un homicidio simple. No se trata de un accidente. Claramente, hay intervención de terceros (...). La data de muerte la tiene que establecer el peritaje del Servicio Médico Legal, pero se ve que es de hace varios días”, explicó el fiscal José Ortiz.
El persecutor agregó que ya se había detenido al tío abuelo del niño, principal imputado en el crimen, el mismo que entregó su versión en televisión, siete días atrás. Fue, en principio, la última persona que estuvo con Tomás.
Las sospechas
El hallazgo del cuerpo del menor, para los investigadores, no es el final del caso. Al contrario, a partir de ahora comenzarán a revisar una historia que escondería abusos y una relación familiar compleja.
Según fuentes del caso, la PDI indaga un presunto abuso sexual por parte del tío abuelo detenido. Las sospechas se fundan en los interrogatorios que se le hicieron, en calidad de testigo, antes de ser arrestado.
En sus declaraciones, los investigadores detectaron presuntos rasgos sexuales “atípicos” y una conducta sexual “exacerbada”. Eso sería parte de lo que arrojaron las últimas pruebas sicológicas que realizó la policía civil.
Además, la PDI recogió el testimonio de la madre, Estefanía Gutiérrez, para conocer sobre el comportamiento de Tomás y detectar presuntas conductas que apunten a un eventual abuso sexual. Solo el resultado de los peritajes podrán confirmar estas sospechas.
El peritaje del SML será clave, comentan las fuentes consultadas. Ello, pues se analizarán los rastros de ADN que puedan hallarse, en una autopsia que será fundamental para el futuro del caso y su calificación jurídica.
Eso, pues si bien el fiscal Ortiz habló de la imputación de un “homicidio simple”, dependiendo de lo que entreguen estas pericias podría variar a un homicidio calificado.
Además, la PDI entregó otra pista. El jefe regional de la policía civil en el Biobío, el prefecto inspector Hugo Ruiz, sostuvo que “veremos si hay más involucrados en la investigación. Nunca descartamos nada”.
Fuentes del caso complementaron que hay un segundo sospechoso, también del núcleo familiar y que compartía con Tomás, que ya estaba siendo investigado por un abuso sexual cometido contra un menor de 14 años en la región.
Cristián Echaiz, abogado de Moisés Bravo, padre de Tomás, anunció la presentación de una querella criminal contra Jorge Escobar. “Y, adicionalmente, vamos a presentar una querella contra todos aquellos que resulten responsables, teniendo presente que tenemos sospechas fundadas de que exista a lo menos conocimiento o participación de terceras personas”, dijo .
En el cuartel de la PDI en Lebu, donde fue llevado el tío abuelo de Tomás, un centenar de personas llegó para manifestarse, lo que generó momentos de tensión con la policía, luego de que comenzaran a arrojar piedras al edificio, quebrando ventanas y causando otros daños.
Tras los serios incidentes, la PDI confirmó que se trasladó a Escobar hacia otro cuartel policial, fuera del Biobío, sin entregar mayores antecedentes.
Mientras, cerca de las 17.30 personal del Servicio Médico Legal retiró el cuerpo de Tomás desde el fundo donde fue encontrado, para realizar las pericias.
“Chile exige y merece justicia”
El Presidente Sebastián Piñera se refirió al hallazgo del cuerpo del niño y aseguró que “nos duele y conmueve profundamente”.
“Expresamos nuestras más sentidas condolencias a sus seres queridos. Y toda mi gratitud a todos los que colaboraron con tanto compromiso y entrega en su búsqueda. Todo Chile exige y merece justicia”, expresó el Mandatario a través de su cuenta de Twitter.
La noche de este viernes, Jorge Escobar, el hombre detenido en Lebu, estaba prestando declaración ante el fiscal y la PDI. Durante este sábado el hasta ahora único imputado en el crimen será trasladado a su control de detención.