"Sorprendidos y también cautelosos". Así se mostraron la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno ante el anuncio de los obispos chilenos de poner sus cargos a disposición del Papa Francisco.
"Es importante ser cauteloso, en el, entendido de que ellos han anunciado una renuncia que hasta el momento no es efectiva", declaró Juan Carlos Claret, vocero del organismo, en diálogo con La Tercera.
Agregó que lo anunciado por los prelados en Roma "seguimos interpretando gestos más que acciones concretas respecto a la situación de los obispos".
Claret fue muy crítico respecto al informe que el Papa entregó a los obispos chilenos y que se dio a conocer ayer.
Aseguró que "no creo que esta renuncia haya nacido por una voluntad heroica de los obispos, sino que se indujo esa situación".
Sobre lo que esperan que suceda ahora dentro de la Iglesia Chilena, el vocero de los laicos dijo que son dos cosas: "Que se garantice que el Papa tenga total independencia, libertad absoluta para poder decidir. Y después, (definir) qué pasa después con los obispos. O sea, si sacan obispos que han abusado sexualmente de niños o han encubierto estos delitos, ellos no pueden estar a cargo de una comunidad", declaró.
También criticó el actuar del obispo de Osorno, Juan Barros, durante estos últimos meses, asegurando que "el paradero de Juan Barros sigue siendo hoy desconocido".
"Tenemos un obispos que desde el 8 de abril no está en Osorno", sentenció.