"Nuevamente las preguntas fundamentales quedan sin respuesta y, ante eso, nos encontramos que los mismo obispos de los que estábamos acostumbrados a no tener respuesta, enojarse, finalmente son los mismos que están en Roma".

De esta manera Juan Carlos Claret, vocero de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno, se refirió a la conferencia de prensa que ayer dieron en Roma Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago y secretario general de la Conferencia Episcopal, además de Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo y miembro del Consejo nacional de prevención de abusos y acompañamiento a las víctimas.

Respecto de lo que esperan que pase tras las reuniones que el Sumo Pontífice tendrá con los prelados chilenos, Claret fue enfático: "Lo primero que esperaríamos es la remoción de 11 obispos, a lo menos", indicó.

Agregó que, además, "esperaríamos que el Papa institucionalmente abra la puerta para que la iglesia en Chile pueda consensuar diagnósticos y un plan de acción".

Claret se sumó a las críticas realizadas por las víctimas de Fernando Karadima en redes sociales, quienes criticaron a Juan Ignacio González, luego de que éste asegurara de que "me he entrevistado con muchas víctimas, conozco a las víctimas que recibió el Santo Padre, conozco a todas las víctimas de los maristas", asegurando que eso "no es cierto".

Consultado por el ambiente actual que se vive en Osorno, el vocero de los laicos dijo que "hay varios matices. Hay quienes creen con esperanza que Francisco marcará una hoja de ruta clara que conduzca a solucionar la crisis. Sin embargo, la mayor actitud es de escepticismo".