Con la finalidad de fortalecer la respuesta de los gobiernos del continente ante el gran flujo de venezolanos que abandonan su país debido a la crisis política, económica y social, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dependiente de la ONU, lanzó ayer un plan de acción regional en 17 países de América Latina y el Caribe con el objetivo de brindar apoyo en la gestión de este fenómeno migratorio.
La portavoz de OIM, Olivia Headon, explicó en la conferencia de prensa bisemanal de la ONU en Ginebra que el plan, que requerirá US$ 32,3 millones en financiamiento, se sumará a los esfuerzos nacionales y otros programas como el de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) que se aplican en la región para ayudar a los gobiernos que reciben y acogen a un gran número de venezolanos.
De acuerdo con la OIM, en los últimos dos años unos 1,6 millones de venezolanos han abandonado su país frente a los 700.000 que lo habían hecho en 2015. El informe, no obstante, aclara que esta cifra no captura sistemáticamente el número de hombres, mujeres, niños y niñas en situación irregular o en tránsito, por lo que las estimaciones de los países no son estrictamente comparables.
En el caso de América del Sur, esta migración a gran escala queda graficada por el aumento significativo de nacionales venezolanos en el subcontinente: un incremento de casi 900% entre 2015 y 2017 (89.000 venezolanos en 2015 frente a los 900.000 en 2017, donde Colombia concentra alrededor de 600.000 migrantes venezolanos). En Centroamérica y el Caribe, el número de nacionales venezolanos en el mismo período se duplicó: pasó de 50.000 en 2015 a casi 100.000 en 2017.
El Plan de Acción de la OIM pone el foco en actividades tales como la recopilación y difusión de datos, fortalecimiento institucional y coordinación, asistencia directa e integración socio-económica. Además de rastrear y documentar los flujos migratorios a nivel regional y nacional, la OIM también ha proporcionado formación en la gestión y coordinación de campamentos y ha apoyado la creación de centros de tránsito y refugios temporales para los venezolanos.
Asimismo, proporciona a los países información acerca de los requisitos migratorios, lo que incluye planes para regularizar los inmigrantes venezolanos, como han hecho varios gobiernos. De acuerdo con la OIM, más de 400.000 venezolanos han sido regularizados en la región, a través de permisos de residencia permanente o temporal.
Fondos necesarios
"El plan ha sido diseñado a medida, de acuerdo con los contextos de cada nación, en particular de los 17 países que incluyen ocho de América del Sur, seis del Caribe, dos de América Central y México", explicó Marcelo Pisani, Director Regional de la OIM para América Central, América del Norte y el Caribe.
De los US$ 32,3 millones que considera este Plan de Acción de dos años, el país que requiere más fondos es Colombia, con US$ 13,3 millones, cifra que representa el 41,5% del total. De esta suma, US$ 4,8 millones son para integración socio-económica, US$ 3,4 millones para asistencia directa, US$ 3,3 millones para coordinación y US$ 1,7 destinados a recopilación y difusión de datos.
Los otros países que precisan más recursos son Brasil (US$ 3,42 millones), Ecuador (US$ 2,03 millones), Panamá (US$ 2 millones) y Perú (US$ 1,94 millones). En el caso de Chile, los fondos requeridos suman US$ 1 millón (3,1%), principalmente para "integración socioeconómica" y "asistencia directa".
"La OIM pondera los continuos esfuerzos de los países que reciben a nacionales de Venezuela, en particular aquellos gobiernos que han implementado medidas destinadas a regularizar la estadía de los mismos. Incentivamos a los países de acogida a que consideren la adopción de tales medidas cuando sea posible", dijo Diego Beltrand, Director Regional de la OIM para América del Sur.
Beltrand destacó que "el plan también representa un llamado a la comunidad internacional para contribuir y fortalecer los esfuerzos gubernamentales en pos de recibir y asistir a los venezolanos".