Cinco alertas ambientales por sobrepasar la concentración máxima de dióxido de azufre (SO2) informó hasta hoy el Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire (Sinca) del Ministerio del Medio Ambiente para la comuna de Quintero.

La medición, realizada por el Sinca, ha registrado en 20 oportunidades valores que superan lo determinado por la norma horaria, desde su entrada en vigencia, del pasado 16 de mayo. De acuerdo con los registros ambientales, en Quintero se han producido nueve peaks de SO2 entre el 17 y 28 de mayo. En tanto, en el mes de junio han sido ocho los episodios límite y tres en lo que va de este mes.

Además, la estación de Quintero registró cinco niveles de "alerta" los días 20 de mayo y los días 12, 14, 22 y 27 de junio, al presentarse concentraciones horarias de SO2 que sobrepasaron los límites establecidos por norma, que podrían afectar la salud de sus habitantes.

Según informó la Seremi de Medio Ambiente, los eventos de "alerta" afectan principalmente a las personas sensibles a los contaminantes, es decir, a quienes padecen enfermedades cardiovasculares y pulmonares, a niños y adolescentes, y a adultos mayores y embarazadas.

Sin embargo, la comunidad no habría sido notificada. "Ni el Ministerio ni la Seremi de Medio Ambiente han avisado de nada. Solo de un episodio, el 27 de junio, alertó la Municipalidad de Quintero", dijo Marta Aravena, de Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia.

Ese día, el municipio informó a través de redes sociales que "debido a las condiciones meteorológicas adversas (…) se sugiere a la población evitar la actividad física".

Según la Seremi de Medio Ambiente, "los peaks de SO2 se producen por una combinación entre las emisiones de las industrias", en este caso, la fundición de cobre de Codelco y las termoeléctricas a carbón de AES Gener, "y las malas condiciones de ventilación, que favorecen la acumulación de este contaminante".

También destaca que la herramienta Gestión de Episodios Críticos (GEC), del Plan de Descontaminación, "permite enfrentar este problema, obligando a las empresas a reducir sus emisiones al aire".

No obstante, Aravena considera que la GEC es insuficiente. "Más que un protocolo, se debe endurecer la norma y establecer sanciones cada vez que se sobrepase", señala.