Luego de que en Venezuela se proclamara a Nicolás Maduro como Presidente del país por otros seis años, venezolanos y líderes opositores radicados alrededor del mundo se comenzaron a organizar junto a María Corina Machado y Edmundo González para evidenciar que los resultados mostrados el pasado 28 de julio fueron constitutivos de fraude electoral.
En general se trata de militantes de base y dirigentes sociales que en un principio no formaban parte de la primera línea de la política venezolana, pero que se vieron obligados a refugiarse en países como Colombia, Brasil o Estados Unidos, según han denunciado, por persecución política del régimen venezolano. Y así, desde el exterior, han visto la oportunidad de mantener cierta conexión con sus colectividades y ayudar en la misión de mantener unidos a sus compatriotas. Chile también ha sido uno de esos países donde han arribado.
Guarequena Gutiérrez es una de ellos. Abogada de profesión, inició su participación en la política venezolana a eso de los 15 años, cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999. Ex militante del Partido Acción Democrática, se desempeñó como directora de Administración y Finanzas de la Asamblea Nacional de Venezuela hasta que en 2018 se vio obligada a salir del país luego de denunciar públicamente al régimen de Maduro por los fuertes recortes económicos a esa institución.
Ya en Chile, el 29 de enero de 2019 el entonces Presidente interino de Venezuela Juan Guaidó la nombró embajadora en Santiago y ese mismo día el Gobierno de Chile, en ese entonces liderado por el expresidente Sebastián Piñera (2018-2022), la reconoció oficialmente como representante de la Asamblea Nacional.
Pero ella no es la única. Se le suma el abogado venezolano y coordinador de la Plataforma Unitaria en Chile, Romer Rubio, quien es uno de los principales detractores de Maduro en territorio nacional. Anteriormente se desempeñó como concejal de Maracaibo, pero tuvo que abandonar el país en 2017 en medio de persecuciones por órdenes de captura en su contra transmitidas en cadena nacional. A Chile llegó en 2018, donde se ha desempeñado en el Servicio Nacional de Migraciones a cargo de temas vinculados a la sociedad civil.
Hace unos días Rubio se vio afectado por la anulación de su pasaporte venezolano que había sido emitido apenas en 2023.
“La anulación solo la hemos sufrido quienes somos activos opositores al régimen y tuvimos que salir de nuestro país por causas políticas”, afirma a La Tercera.
Otra figura destacada es Mary Montesinos, coordinadora en Chile del partido Voluntad Popular, fundado por Leopoldo López y del cual es parte Juan Guaidó. Desde la llegada de Chávez al poder, ella ha sido abiertamente detractora al régimen, donde incluso trabajó en apoyo del candidato opositor Henrique Salas Römer. A Chile llegó en 2003, luego de ser víctima de la ola de violencia que escaló en el país además de vivir intervenciones telefónicas por parte del régimen.
En territorio nacional Montesinos encontró un espacio para hacerse escuchar. En 2010 inició un trabajo para visibilizar la violación de derechos humanos cometidos por Maduro, donde ayudó a conformar la mesa de Unión Democrática por Venezuela en 15 países a nivel internacional.
“Como nosotros, también hay otras personas que realizan un trabajo desde la comunidad, que no tienen una voz tan politizada, pero que se encargan de comunicar a los venezolanos y mantenerlos informados”, sostiene.
Las voces emergentes
Hay también rostros nuevos. Uno de ellos es Marcos Garzón, sociólogo y representante de organizaciones migrantes venezolanas en Chile, quien según sostienen desde la comunidad jugó un rol fundamental en las elecciones primarias venezolanas el 22 de octubre de 2023 al ser el enlace nacional en Chile con la comisión de primarias de Venezuela, además de ser el coordinador general del comité local de votaciones en Santiago. En la jornada de elecciones del 28 de julio, Garzón se desempeñó como coordinador de la Central Gran Alianza Nacional del Comando con Venezuela en Chile y testigo del candidato de oposición.
Si bien la mayoría de los representantes opositores en Chile se han radicado en el país hace más de una década, dentro de las comunidades ha destacado la presencia de actores políticos recientes que se han articulado a favor de devolver la democracia. Uno de ellos es Garzón, quien llegó en abril de 2019 a Chile, cuando ya militaba en el partido Primero Justicia de Venezuela.
También ha sido el caso del abogado Alexander Maita, director del Comando Con Venezuela, organización que agrupa a todos los actores políticos y sociales venezolanos a favor de Corina Machado y Edmundo González.
Al igual que sus pares, Maita (abogado) militó desde 2015 en el Partido Puente en Venezuela, que buscaba un cambio a través de la acción democrática. Pero debió salir del país en 2018 debido a una amenaza recibida por el hermano de la esposa de Nicolás Maduro, Vladimir Flores, quien en ese entonces se desempeñaba como director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).
“La mayoría de nosotros siempre salimos por un problema político, porque en Venezuela no podemos expresar nuestras ideas. Vemos en el exterior una oportunidad para soltar nuestra voz. Chile nos ha dado ese espacio”, cierra.