Las marejadas se han vuelto un fenómeno recurrente en las costas de Chile y ahora un reciente estudio señala que el aumento de estas y la excesiva urbanización podrían terminar acabando con las playas del país.

El estudio realizado por las Centro UC Observatorio de la Costa de la Pontificia Universidad Católica de Chile y publicado recientemente señala que debido a las fuertes marejadas, las playas urbanas pueden llegar a desaparecer en tan sólo una noche, tal como ocurrió con la playa La Boca de Concón, la cual quedó sin arena tras sufrir el impacto de olas de hasta 4,4 metros de altura.

En los últimos años, las marejadas se han vuelto bastante habituales en las costas del país. Es así como a fines del 2024 se produjo uno de los mayores eventos de este tipo desde 2015, con marejadas anormales que se extendieron por días y que afectaron a gran parte del país.

La directora del Centro UC y académica del Instituto de Geografía, Carolina Martínez, afirmó que, aunque años atrás este fenómeno no era visto como un problema, hoy en día se llegan a producir un promedio de 45 marejadas anuales en Chile. “Las marejadas que afectan a buena parte del territorio costero de nuestro país dan cuenta de la envergadura de un problema, para el que -como en otras amenazas- no estamos preparados y en el cual se involucran una serie de factores complejos”, dijo la académica.

De acuerdo a lo que señala el estudio, lo ocurrido en la playa de Concón no es un fenómeno aislado y la erosión se puede apreciar en varias zonas, pudiendo llegar a superar los 5 metros anuales en los casos más graves como Algarrobo y Santo Domingo en la zona central, y Hornitos en el norte. Esto según los datos de la investigación de 66 playas entre Arica y Chiloé, publicada en el libro Hacia una Ley de Costas en Chile: bases para una gestión integrada de la zona costera (proyecto Fondecyt No 1200306), de la serie GeoLibro.

Excesiva urbanización

Según detalla la académica, las marejadas no son el único problema, ya que la excesiva urbanización también está afectando al borde costero.

Las playas, desembocaduras de ríos, humedales y dunas forman un conjunto de ecosistemas interconectados que actúan como una primera barrera de defensa contra fenómenos extremos como marejadas y tsunamis. Sin embargo, estos ecosistemas se han degradado rápidamente por diversas razones, menciona la experta.

Actualmente cerca del 60% de la población se encuentra a menos de 60 kilómetros del borde costero, y según explica “debido a la alta urbanización, así como la alteración de ríos y quebradas, los sedimentos no están llegando a las playas. Esta es una causa de fondo en la que no hemos puesto suficiente atención”.

¿Qué se puede hacer?

Ante el fenómeno desde el centro de estudios apuntan a que es necesario establecer una tipología de marejadas que permita prever cuándo ocurrirán. “Estamos estudiando las tipologías para identificar escenarios extremos de marejadas, al igual que se hace con otros fenómenos como los tsunamis”, señaló.

Además, realizan un llamado a implementar una Ley con el fin de regular los usos de los terrenos costeros, los permisos de edificaciones, las concesiones marítimas y problemáticas, como la extracción de áridos que afecta tanto a playas como ríos. “Necesitamos un ordenamiento específico para la zona costera, que permita hacer frente a estas amenazas y conservar los valiosos servicios ecosistémicos que provee”, menciona la académica.

En respuesta a esta situación, el Centro UC Observatorio de la Costa propuso una iniciativa de Ley de Costas fundamentada en nueve principios de desarrollo sostenible, la cual fue presentada en 2022 al Ministerio de Bienes Nacionales. Sin embargo, hasta la fecha, no ha recibido atención por parte del Ejecutivo.

“Impulsar la gestión integrada de áreas costeras a través de una Ley como la que proponemos podrá generar transformaciones sostenibles como ha ocurrido en otros países desarrollados y miembros de la OCDE. Chile, en cambio, ha esperado por esto durante más de cien años, y las consecuencias de este vacío legal se están transfiriendo a la sociedad actual y también a las futuras generaciones”, cerró.