Del presupuesto total que un hogar chileno destina a la compra escolar, el 73% se lo llevan los textos de estudio que forman parte del currículo educativo, en los que, en promedio, una familia gasta $ 160.000 al año.
El mercado de los textos escolares vende, en promedio, cerca de 16 millones de textos al año, siendo el sector público el que concentra el 92% de la demanda. Mueve cerca de $ 59.400 millones, pero aquí el sector privado casi equipara el costo.
Estos factores, junto con la gran diferencia de precios que existe entre el material que entrega el Ministerio de Educación y el que se compra en librerías (hasta 41 veces, siendo el contenido de la misma calidad), fueron parte de los elementos que motivaron a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) a iniciar, en octubre de 2018, un estudio de mercado de los textos escolares. Ayer, tras cinco meses de trabajo, el organismo presentó un informe preliminar de dicho estudio, en el que recomienda una serie de medidas que apuntan a impulsar la competencia y bajar los precios para reducir la carga tanto de los hogares como del Estado.
"Estamos en presencia de un mercado que presenta fallas y que es susceptible de mejoras que, facilitando y promoviendo la entrada de nuevos competidores, debieran traducirse en rebajas sustantivas en el precio de los textos escolares", indicó el fiscal nacional Económico, Ricardo Riesco.
Según estimaciones de la FNE, el paquete de medidas propuesto para el sector público podría traducirse en un ahorro de entre 20% y 30% en la impresión de los textos, mientras que las sugerencias para el sector privado generarían una caída de 25% en el precio de los libros a corto plazo y 70% en el largo plazo. Esto último se traduce en que una familia podría ahorrar hasta $86.668 por cada hijo en edad escolar al año. En el global, considerando ambos mercados, el país gastaría entre US$5,6 millones y US$19,4 millones menos anualmente en dicho ítem, indicó la FNE.
Las propuestas
En su estudio preliminar, la FNE sugiere cambios tanto para el sector público como para el mercado privado. En el caso del Estado, si bien se advierte que la licitación realizada por el Mineduc es exitosa en cuanto a precio y calidad, así como también en distribución, la competencia en los procesos de licitación ha decrecido en el tiempo, pasando de 5,2 competidores totales promedio en 2015, a 2,7 en 2017.
Esto se debe a los plazos y requerimientos técnicos de las licitaciones, que reducen la entrada e impactan la eficiencia; la licitación conjunta de contenido e impresión y los riesgos e incertidumbres que reducen la entrada, como la política de reimpresión de los textos, entre otros.
Por ello, la FNE propone aumentar los plazos en las licitaciones para la creación e impresión del contenido; separar la licitación de contenido e impresión, lo que permitiría la entrada de más participantes al proceso; establecer una regla fija de número de reimpresiones y diseñar una política de demanda estatal de textos escolares de largo plazo.
En tanto, para el sector privado, se sugiere crear un sistema de información y rendición de cuentas, que incluya una página web donde se agrupe toda la oferta editorial disponible, para permitir a los padres la compra informada. Junto con ello, se propone la entrega de una circular informativa del colegio hacia los apoderados, que justifique la elección de los textos escolares.
Por otro lado, la FNE plantea que sean los colegios quienes adquieran los textos, logrando un precio más barato al eliminar los cobros de distribución. También se plantea fortalecer el mercado de los textos usados.
Editoriales, en línea
Conocidas las recomendaciones de la FNE, las editoriales SM Chile y Santillana salieron a valorar lo obrado por la FNE. En SM Chile comentaron que están analizando en detalle la propuesta, "con la plena disposición a incorporar mejoras que favorezcan la competencia y que eventualmente pudieran bajar el costo para las familias en la compra de textos escolares, así como apoyar a los colegios para dar mayor claridad a los padres respecto de la toma de decisiones", indicó el director general de SM Chile, Francisco Tepper.
El ejecutivo agregó que si a estas medidas se suma eliminar el IVA de los textos, "el ahorro se acercaría al 50%. Es importante que tengamos esa discusión, considerando que somos el único país de Sudamérica que aplica este impuesto".
En tanto, las expectativas del director general de Santillana Chile, Mauricio Montenegro, son que "como país podamos avanzar hacia mejores prácticas en los procesos de licitación en el mercado público que permitan el ingreso de más y mejores proveedores con material educacional de primera calidad. Asimismo, confiamos en que las varias recomendaciones entregadas para el mercado privado, en la medida que sean recogidas por los diferentes actores, permitirán una sana competencia entre los oferentes editoriales con foco en el beneficio de los estudiantes y apoderados de Chile".
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