Tanto la escena como el escenario se han repetido durante la última semana. La parcela del empresario Raúl Schüler se ha repletado de efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), que acudieron a recuperar distintos "tesoros" perdidos. En la propiedad, ubicada en el sector de San Francisco de Mostazal, se recuperó más de 50 piezas de arte, entre las que destacan esculturas y cerámicas.
Estos allanamientos han puesto el foco en el robo de piezas artísticas, un tipo de delito que indaga la PDI. De hecho, en su sitio existe un apartado de tres categorías: personas perdidas, prófugos de la justicia y obras de arte robadas. En este último, al día de hoy, aparecen 194 piezas buscadas, entre las que destacan pinturas, esculturas y joyas. Pero cabe la pregunta: ¿cuáles son las más valiosas?
Para Beatriz Huidobro, historiadora del arte y curadora independiente, hay un tipo de obras que destaca: las pinturas. Ello, pues sostiene que las esculturas y joyas que aparecen en la página son mayoritariamente decorativas, a excepción de la joyería mapuche.
Según la curadora, probablemente la obra desaparecida más valiosa es una denominada Anciano Erudito, pintada por Salomon Koninck en el siglo XVII. El valor está dado por su antigüedad y porque Koninck era contemporáneo a Rembrandt, uno de los más importantes pintores de la historia.
La misma línea sigue Francisco Brugnoli, director del Museo de Arte Contemporáneo, quien destaca que "Koninck es un autor importantísimo, nombrado en los libros de historia", y recalca que las pinturas son "ineditables, a diferencia de las esculturas, que pueden ser reeditadas".
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Costa de Normandía fue robada de una casa de remate en Recoleta en 2009.[/caption]
Detalles de los robos
No obstante, para el caso de otras piezas sí existe información de su desaparición. Dos pinturas que Huidobro considera exclusivas están ligadas al mismo robo: Les communiantes, de Pierre Bonnard, y Paisaje con casas, de Louis Valtat. De acuerdo a su ficha, que consta en la página de la PDI, existe incluso una querella relacionada con el robo de los cuadros.
De acuerdo a estos detalles, el 27 de enero de 2013, cerca de las 18.00 horas, el querellante recibió una llamada de su hijo, quien le contaba que habían ingresado a desvalijar su domicilio, ubicado en la comuna de Lo Barnechea. Según la información, los delincuentes sustrajeron un vehículo, piezas de plata y un computador, junto con las obras.
También hay un caso que involucra piezas de chilenos y que está mucho mejor documentado. Las valiosas obras en cuestión, para la experta en arte, son Costa de Normandía, de José Tomás Errázuriz, Amanecer en Cordillera, de Antonio Smith, y Paisaje y nubes, de Fernando Álvarez Sotomayor. Las tres son parte de las 20 obras robadas de la Casa de Remate Juan Pablo Montero.
Según la sentencia de la causa, el 29 de enero de 2009, cerca de las 5.00 horas, sujetos no identificados concurrieron a la casa de remate, propiedad de Juan Pablo Montero, en la comuna de Recoleta. Se destaca que sustrajeron un notebook, una caja fuerte y, desde el subterráneo de la propiedad, 37 cuadros de distintos autores, de los cuales 12 fueron encontrados el mismo día, en un domicilio de calle Zenteno. Sin embargo, los demás siguen siendo buscados.
Reacciones
Al respecto, Beatriz Huidobro opina que "en Chile hay muy poca investigación sobre los artistas chilenos. Incluso muchas obras aparecen en distintos textos con distintos títulos. Hay un descuido enorme". Sumado a esto, la experta hace un llamado a documentar de forma correcta las obras "con una buena foto, con las dimensiones y con la técnica utilizada".
Desde la Fiscalía Nacional, Bárbara Sanhueza, abogada asesora de Udelco -unidad especializada que ve temas relativos a las leyes de propiedad- aclara que "lo que se entiende por patrimonio cultural solo está regulado por la Ley de Patrimonio Nacional, que se enfoca en obras públicas; sin embargo, no protegemos penalmente las obras privadas como patrimonio cultural. Hay convenciones internacionales que sugieren que el patrimonio cultural excede lo netamente público (...) Creo que es importante destacar que la propiedad privada, en algunas cosas, también tiene interés público, para que se proteja el patrimonio cultural".