Polémica causó la decisión de último momento del alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi, de entregar a Daniela Vega el "Premio comunal de las artes" - que fue creado ayer en su honor durante la primera sesión del concejo municipal - y no otorgarle el reconocimiento de "hija ilustre".
Tal como informó ayer Culto, el jefe comunal cambió inesperadamente de parecer y optó por proponer al Concejo crear este nuevo reconocimiento en vez de someter a decisión lo que había anunciado con entusiasmo por redes sociales el día en que Una mujer fantástica ganó el Oscar como mejor película extranjera.
A la salida de la sesión, Zarhi repitió los mismos argumentos que explicó a los concejales. Vega no podía ser declarada "hija ilustre" porque no había nacido en la comuna. Un antecedente conocido, ya que la actriz es oriunda de San Miguel, pero estudió la básica en el colegio Benjamín Claro Velasco, institución que fue muy importante para su vocación artística, según ella misma ha dicho en varias oportunidades.
Sin embargo, el alcalde también reconoció que el nombre legal de Vega suponía un problema para el Municipio. "¿A quién le entregamos el premio? Si nosotros tenemos la identidad de un hombre, no lo podemos entregar a una mujer", explicó el alcalde, justo el mismo día en que el gobierno de Michelle Bachelet puso suma urgencia al proyecto de identidad de género.
La explicación no dejó conforme al presidente de la Fundación Iguales, Juan Enrique Pi. "Me parece dudoso. Para identificar a Daniela como hija ilustre de una comuna se podría haber indicado a ella con su nombre social y como protagonista de Una Mujer Fantástica, la cinta ganadora del Oscar, y nadie habría tenido dudas sobre quién es Daniela Vega, a quién se está galardonando", dijo el abogado a La Tercera.
Pero Pi enfatiza que "la falta de una ley de identidad de género robusta y vigente en nuestro país trae consigo una serie de problemas para las personas trans. En este caso el no nombramiento de hija ilustre es una más de las demostraciones de la discriminación estructural del Estado".
Sin embargo, esta no es la una dificultad a la que podría verse enfrentada la artista en el caso de un organismo público quisiera reconocerla. "Los premios que son otorgados en nombre del Estado y que tengan que identificar a Daniela como acreedora del premio requieren del nombre legal. El sentido estricto de la identificación de las personas en Chile requiere no solamente de su número de cédula de identidad, sino también de un nombre".
Es decir, para que el Estado entregue un premio a Daniela y ella resulte acreedora deberá ser identificada con su nombre legal. "Pero es un nombre que nosotros no conocemos y con el que ella no se identifica. Por lo tanto, ese es el problema general de no contarle con la Ley de Identidad de Género y no permitirle adecuar sus documentos de identidad a su autodererminación".